Adaptación
de la novela publicada en 1992 por el escritor escocés fallecido hace cinco
años Alisdair Gray, en la que se narra la historia de Bella Baxter una mujer
revivida con el cerebro de su propio bebe, experimento llevado a cabo por un
excéntrico forense, el Doctor Goldwin Baxter, que crea una nueva vida en
relación directa al mito de Frankestein de Mary Shelley.
Lo
que en un inicio se mueve por las sendas de una
comedia en blanco y negro, pues el cuerpo maduro de la protagonista no
coincide con la capacidad intelectual del cerebro que porta, teniendo por tanto
que empezar de nuevo a aprenderlo todo: andar, hablar, comer… se vuelve, con la
utilización del color en unta crítica ácida a los hipócritas prejuicios morales
impuestos por la sociedad patriarcal dominante.
Bella educada en su permanente encierro en la casa de su creador, en su
despertar al mundo, choca en su inocencia con la hipocresía e las personas que
habitan el mundo.
Lo
hace sin trauma, en principio con un el lenguaje sin filtros y ajeno al tabú
para, según avanza la trama aceptar situaciones extremas socialmente
inaceptables con espontanea naturalidad, como por ejemplo la prostitución.
Hasta llegar a esa línea roja, y tras abandonar, con el consentimiento de su
creador, la tutela y protección del mismo, su iniciático viaje por el mundo de
la mano de un experimentado e irritable abogado, y como buen salvaje en
libertad guiada por sus instintos, causa estragos poniendo a prueba el límite
de lo admisible por parte de las personas que la rodean, o las que se encuentra
a su paso: su particular visión del compromiso afectivo-sexual, el robo con
objetivo solidario la mentira y la verdad…
Excesiva
en el aspecto formal: utilización del formato panorámico de la cámara,
ultra-coloridos y grandilocuentes escenarios fantásticos dominados por lo
kitchs y grotesco… en un cuento de escenarios fantásticos tanto para el goce y
disfrute como para el desprecio y reproche pues el controvertido cineasta no
deja indiferente a nadie en su propuesta estética tampoco en la ética
desmotando los estereotipos de la mujer y de paso o como primera piedra par
hacer lo propio con la sociedad patriarcal.
Atención
especial a la portentosa y nada fácil interpretación de Emma Stones como Bella
Baxter, bien secundada por Mark Rufallo como despechado cicerone y amante y el
gran William Defoe como Doctor Baxter en esta fábula llena de metáforas y
alegorías.
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