Un nuevo recinto para descubrir al mediodía, el
Parque de la Isla, agradable lugar arbolado junto al río donde la activa
promotora de artistas latinoamericanos Charco, montó su escenario durante los
tres días. Los mexicanos Quiero Club divirtieron,
a pleno sol, con un colorido y vistoso espectáculo de pop electrónico bailable
sencillo y sin prejuicios (hulahops y vestuario hortera incluidos), dando paso
a Javiera Mena que ante un
considerable público, logró hacer bailar a todo el parque con un sofisticado y
glamuroso electropop que acompañó con una incansable coreografía (dos bailarinas y ella misma). Canciones como “Otra era” o “Espada” más
cercanas al “mainstream” que al “indie” y su versión para acabar de “Yo no te
pido la luna (Daniela Romo) revolucionaron el abarrotado parque.
Ya de noche en el recinto, los murcianos Perro tuvieron una desafortunada
actuación en el escenario pequeño, imperdonables problemas de sonido ajenos a
la banda (sin guitarra… sin voz…), deslucieron su actuación, se lo tomaron con
“fair play” y cuando pudieron ofrecieron una buena dosis de ritmos frenéticos
con sus dos baterías.
Alex
Cooper celebró su sus 30 años viviendo en la era pop con
un conciertos basado principalmente en el repertorio de su banda primigenia Los
Flechazos, aunque sin olvidar algunos de los cásicos de Cooper. De este
repertorio escogió además sus canciones más frenéticas, como corresponde a una
celebración que debía ajustar en el tiempo limitado: “Suzette”, “Viviendo en la
era pop”, “La reina del muelle”, “Lo conseguí”… dejando a un lado su lado más íntimo y
melancólico. Disfrutable aniversario.
De vuelta al escenario pequeño para ver a los
franceses Exsonvaldes, un precioso
oasis entre el bullicio de la medianoche del sábado… y un público selecto,
encandilado por su apuesta de pop sencillo a la vez que elegante. Presentaron
su disco último “Aranda” (homenaje al festival y la ciudad) con sugerentes
melodías, íntimas como “Cyclop” o “En silencio” ambas con Helena Miquel,
extrovertidas como: “Horizon,
Volvemos al bullicio con Corizonas, que se consolida como proyecto propio con miembros de
Coronas y Arizona Baby. Presentaron “Nueva dimensión vital”, con el que se
desmarcan, sin perder la esencia, se su sonido habitual y exploran sonidos más
accesibles aunque contundentes… y en castellano. La mezcla de nuevas canciones como “Todo va
bien” o la que da título al disco, junto a su repertorio habitual “Hey, hey,
hey, the news today”, y, “The falcon sleeps tonight” salió reforzado en
directo. También ayudó la versión de “Wish you were here”, de Pink Floyd y un inspirado
Vielba siempre certero e irónico en su
comentarios-historias-consejos entre canción y canción. Eficaz rock festivo
para todos. Para
finalizar, la madrugada nos trajo el regreso de Cycle, un clásico para cerrar festivales con el público más
resistente. Una buena dosis de electropunk oscuro, aunque en esta ocasión
sonaron menos guitarreros y más electrónicos.