El regreso
de Ilegales a los escenarios no ha sido como nos hubiera gustado... presentaron
el pasado año "La vida es fuego" disco con el que regresaron tras el
parón que supuso el proyecto "Jorge Martínez y los Magníficos" y con
esta actuación en Madrid se daba el pistoletazo de salida a una esperadísima gira
con la que incendiar los escenarios. Lamentablemente, un mes antes fallecía de
forma inesperada Jorge Blanco, bajista que llevaba ya más de 20 años en la
banda.
Tras
el duro golpe y la posterior reflexión, deciden seguir con los compromisos
adquiridos. "entre depresión y rock and roll, hemos elegido rock
and roll. Palabra de ilegal" y para ello echan mano de Willy Vijande, histórico
bajista de los primeros tiempos que vuelve después de año de retiro.
No era pues
el estreno más fácil, con nuevo bajista y las canciones aparcadas durante estos
últimos años esperando nuevo rodaje... quizá por eso sólo fueron tres las
canciones que tocaron de su último disco "Voy al bar", "El
teléfono y el rock" y "Regreso a Irlanda", se supone que se irán
incorporando pero no fue, esta noche la de presentación del disco sino la de la
banda.
A Jorge se
le veía muy concentrado, enganchando canciones de todas las épocas y discos sin
apenas interactuar con el público, algo inusual en él. Curiosamente
sonaron canciones nada habituales en su repertorio: "Un invasor en la
capital", "¡Que mal huelen los muertos!" o "Sin
remedio" de su disco de 1985 "Todos están muerto" que tocó casi
entero. Repasó en casi dos horas, parte de su extensa discografía en 31
canciones, aún así... muchas se quedaron fuera, y es que canciones... tienen
claro.
El público
se volcó, hasta los límites permitidos por el personal de sala que no estaba
para muchas bromas, mientras Jorge seguía concentrado y atento a todo sobre el
escenario: guitarras, sonido... sin alusiones a la desgracia solventaron una difícil
papeleta a base de canciones, sonido y actitud de tirar "palante" con
momentos de catarsis rockera: "Saber vivir", "Dextroanfetamina"
o "Revuelta juvenil en Mongolia" junto a los bises finales y otros de
ambigua y oscura precisión: "Yo soy quien espía los juegos de los
niños", "Enamorados de Varsovia", "El número de la bestia"
o "Regreso al sexo químicamente puro"
Buenos
hechos y malas intenciones que dijo Jorge al despedirse.
Los chicos
desconfían - Voy al bar - Agotados de esperar el fin - Chicos pálidos para la
máquina - Suena en los clubs un blues secreto - No me gusta el trabajo - El
teléfono y el mal - Yo soy quien espía los juegos de los niños - Regresa a
Irlanda - Un invasor en la capital - ¡Qué mal huelen los muertos! - Si la
muerte me mira de frente me pongo de lao - Europa ha muerto - Saber vivir -
Enamorados de Varsovia - Hacer mucho ruido - ¡Hola mamoncete! - Eres una puta -
Todo lo que digáis que somos - El número de la bestia - Al borde -
Dextroanfetamina - Regreso al sexo químicamente puro - La chica del club de
golf - Revuelta juvenil en Mongolia - Tiempos nuevos, tiempos salvajes Bises
Sin remedio - El demonio - Soy un macarra - Bestia, bestia - Destruye