El sábado congregó a un mayor número de personas, aunque la afluencia fue menor que la del pasado año, el ambiente fue el de las grandes ocasiones festivaleras, con un curioso, cada vez mayor número de extranjeros, algo que parecía exclusivo de otros festivales más playeros. El recinto lo notó y se hizo menos cómodo que el día anterior.
Comienza fuerte la tarde con Grinderman. Al frente de la banda, ese animalastro escénico que es Nick Cave. Su nuevo proyecto no se aleja mucho del habitual con los Bad Seeds y en escena, al igual que en el disco, se hizo acompañar por Jim Sclavinus en la batería, Martin Casey en la guitarra y Warren Ellis en las percusiones y violines ( a este si que le sonaron bien no como el día anterior). No paró el australiano de estar pendiente de todo: del resto de la banda, del público en general y de alguna chavala en particular, a la vez que iba del teclado a la guitarra con una intensidad y energía muy por encima de los que allí estábamos a tempranas horas de la tarde. Dicharachero y divertido, manejo los tiempos como quiso y se permitió vacilar a los presentes con una pseudo pelea con su batería que acabo en risas. Hizo que el público subiera o bajara cuando y como quería. Un auténtico torbellino difícil de superar. Tremendo
Cambio de escenario para, en el atardecer, pasear de nuevo por la máquina del tiempo en su versión "new wave" (esta vez vía New York). Muchísima gente para ver a Blondie, no sólo coetáneos sino también muchos, y sobre todo muchas jóvenes impregnadas de la imaginería colorista que siempre ha acompañado a la banda. Gran ambiente, buena puesta en escena y un público entregado, no enmascararon una actuación un tanto monótona. Eso si la banda se empleo con la dignidad que le faltaron a reyes del punk el día anterior y en esta ocasión la banda si que reflejo tiempos mejores. El caso es que el sonido Blondie se disipa en grandes recintos y Debby Harry ya no está para muchos trotes en el escenario. Infatigable en el intento de mantener una coreografía de movimientos durante toda la actuación pero... la edad no perdona y en algunos momentos... Eso si la banda estuvo bastante bien y sonó contundente. Sonaron los clásicos: "Call me", "Hearth of glass", "Mariah" etc, etc para delicia de un público que se lo paso "bomba" Iban como una máquina que funciona sin fallos pero que no trasmite intensidad ni sana incertidumbre. Buen final con "The tide is high", con esa onda jamaicana que también les caracterizó en los últimos momentos.
En la noche, tiempo para Interpol. Sin ser seguidor de los neoyorquinos, su revival post-punk siempre me ha parecido demasiado mimético, dieron una buena actuación, con un buen sonido y canciones que llegaron a emocionar a la muchedumbre que llenaba los escenarios este día. En otros momentos su vena épica se diluyó en canciones algo largas pero en definitiva dejaron un buen sabor de boca, sobre todo a los fieles.
Otra sorpresa del festival, aunque ya habían estado por aquí (hace dos años en la edición invernal de este mismo festival), fue la de Brakes. Los británicos dieron un auténtico recital en la carpa de punk-folk desatadísimo y ultracelerado. Canciones de apenas dos o tres minutos sin tregua, con guitarra acústica al frente sn dar traguea al os escasos pero ¡ loquísimos ! que bailaban sin parar cada uno de los trallazos. Se los pasaron genial en el escenario y lo supieron contagiar. Tremendos. Consiguieron que me quedara y así que la siguiente actuación fue a medías, y la de Maximo Park inexistente donde, en la última canción apareció en escena Edwyn Collins que había tocado a tempranísimas horas de la tarde ese mismo día
Después de la tempestad vino la calma, con la segunda mitad de la actuación de los reaparecidos The Verve. La banda capitaneada por Richard Ashcroft sonó excelente y aunque había muchísima gente el silencio inundó el momento más esperado "Bitter sweet symphony" que sucedió a la también emotiva "Lucky man". Delicadas canciones sonando potentes a la vez en uno de esos momentos en el que el cansancio ni siquiera te permite no disfrutar de sonidos celestiales.
Para finalizar, Primal Scream. Clásico de los festivales de nuestro país, los escoceses no por ellos dejan de perder interés y mostrarse como unos auténticos profesionales de l0s escenarios masivos. Comenzaron con las canciones más directas y aceleradas de sus últimos discos, rápidos trallazos para que nadie se durmiera en la madrugada, par pasar luego a repasar buena parte del repertorio que forman sus ya lejanos pero imprescindibles "Scremadelica" y "Give’ enough give up ". También hubo tiempo, como no para desatar la locura repasando "XTRMNTR", más adecuado al momento de la noche pero menos memorable. Tralla final para un buen fin de fiesta. Como mandan los "cánones festivaleros".
Los jueves en directo de 21:00 a 22:30 a través de las ondas en Radio Utopía 107.3 FM y en la red en www.radioutopia.es
05 agosto 2008
Summercase 08 (viernes) - LOS PLANETAS - SEX PISTOLS - KINGS OF LEON - THE STRANGLERS - THE BREEDERS (18-7-08) Boadilla del Monte (Madrid)
La dura pugna festivalera situaba a esta nueva edición como una auténtica prueba de fuego. Visto lo visto en la explanada de Boadilla del Monte parece que el festival sale reforzado. Con respecto al pasado año, el recinto ha mejorado: más zonas de descanso, todas las actuaciones importantes en escenarios grandes no en carpas, buen acceso a comida y bebida, puntualidad en las actuaciones, buena iniciativa con el reciclado de vaso de bebida... En cambio: el empedrado en muchas zonas sigue siendo mortal tras varias horas de festival, quejas por la escasa capacidad del vaso reciclable, necesidad de más zonas sombreadas en zonas de descanso...
En cuanto a lo musical, a priori, exceso de bandas de renombre en el pasado pero sin gran aporte actual y otras que repiten demasiado pronto, buen sonido en general aun cuando en ocasiones hubo que adaptarse durante las primeras canciones y excesiva rigidez con los "bises" de algunos artistas.
Menos mediáticos pero con un intensidad insuperable, sonaron la gran sorpresa del festival, The Stranglers. Los de Guiford repasaron de forma impecable y con un sonido actualizado sus canciones más reconocidas: "Peaches", "Always the sun", "Golden Brown", "Walk on by", "No more heroes", ... con los que alcanzaron la popularidad en tiempos de "new wave" británica allá por la segunda mitad de los años 70'. No faltó la versión de los Kinks "All day and all of the night" aunque si se echo en falta "96 tears" otra versión, esta vez de Question Mark & The Mysterians que popularizaran en el año 1990. Excelente el sonido del teclado y vigorosas guitarras. Energía y elegancia con lo básico.
En cuanto a lo musical, a priori, exceso de bandas de renombre en el pasado pero sin gran aporte actual y otras que repiten demasiado pronto, buen sonido en general aun cuando en ocasiones hubo que adaptarse durante las primeras canciones y excesiva rigidez con los "bises" de algunos artistas.
El viernes, aun con el sol, aparecieron The Breeders, Kim Deal con su peculiar estilo a la guitarra parecía contenta y despreocupada, secundada por su hermana Kelly y una banda que más parecía estar en un ensayo que en una actuación. Lastima los múltiples problemas de sonido, sobre todo con la tercera guitarra y con el violín cuando (momento divertido) Kelly se arrancó a tararear las notas que, tras innumerables intentos, se negaban a sonar de las cuerdas del mismo. Las canciones de su último disco "Mountains battles" sonaron bien pero para entonces la gente, tras escuchar Canonball, cambiaron de escenario en busca de actualidad festivalera con Los Campesinos. Terminaron con “Happines is a warm gun” versión de los Beatles que aparecía en su celebradísima aunque lejano primer disco "Pod". No tenían que demostrar nada y nadie esperaba demasiado, por lo que se convirtió en una grata actuación sin trascendencia.
Buscando un nuevo escenario, se escuchaba de forma estruendosa "You me dancing ! mega hit de Los Campesinos ¡¡¡ la gente estaba como loca !!!
Menos mediáticos pero con un intensidad insuperable, sonaron la gran sorpresa del festival, The Stranglers. Los de Guiford repasaron de forma impecable y con un sonido actualizado sus canciones más reconocidas: "Peaches", "Always the sun", "Golden Brown", "Walk on by", "No more heroes", ... con los que alcanzaron la popularidad en tiempos de "new wave" británica allá por la segunda mitad de los años 70'. No faltó la versión de los Kinks "All day and all of the night" aunque si se echo en falta "96 tears" otra versión, esta vez de Question Mark & The Mysterians que popularizaran en el año 1990. Excelente el sonido del teclado y vigorosas guitarras. Energía y elegancia con lo básico.
Con el contraste entre la última luz de la tarde y las primeras luces artificiales, cambio de nuevo de escenario para ver a Kings of Leon. La familiar banda de Tennesse (formada por hermanos y primo Followill) se mostraron en escena en plan estrella, con pose rockera clásica, creíbles y muy metidos en su papel de grupo de festival en escenario grande. Muy bien en las canciones más rockeras y algo más dispersos cuando mostraron su faceta más trascendente. Presentaron varias de las canciones de su todavía no muy conocido último disco “Because of the time”: "Charmer", "Knocked Up", "Black Thumbnail"
En noche ya cerrada seguimos en el mismo escenario la actuación más esperada del día, Sex Pistols. No se esperaban grandes cosas de su actuación pero lo que ofrecieron fue menos que nada. ¡¡¡ Ni un gramo de emoción !!! Lo peor que se puede decir es que su único disco sigue sonando aun hoy excitante y más vigente que nunca, pero su directo es una farsa para con ellos mismo. Ni aun tirando de imagen siquiera, ni mucho menos por sonido, reflejan nada de lo que hubo. A estas alturas nadie les pide que hagan lo que en el 77 pero…las guitarras sonaron más "rockeras" que "punks", la palabrería, los gestos y las alusiones políticas de
Johnny Rotten entre canciones eran, más que poco creíbles, infantiles y hasta la puesta en escena y pintas rallaban el patetismo. La gente se movió poquísimo, algo más en el primer bis con "God save the queen" y "Anarchy in the UK" pero incluso en el segundo bis ¡¡¡ que nadie pidió !!! tuvieron que reclamar a un publico que mayoritariamente se retiraba en desbandada hacia otros escenarios, para despedirse entre alusiones al toro español y haciendo una especie de bailes patrios carpetovetónicos. Lamentable. Por salvar algo, la batería de Paul Cook (algún recuerdo al sonido punk), y las versiones, más por romper la aburrida interpretación del repertorio "pistols" que por la ejecución de las mismas: No Fun (The Stooges) y una no muy reconocible Roadrunners (Jonathan Richman) mantuvieron la atención. También la primera canción "Pretty Vacant", más bien por la parte del público en espera de un regreso digno que no lo fue.
Brevísima y fugaz paso por otro escenario para ver de refilón el final de Cansei de Ser Sexi, donde de nuevo al público estaba como loco con la parafernalia de globos y colorido inundando el escenario. Desde los "bosex" se escuchaba la actuación de Kaiser Chief, demasiado parecida, lógicamente, a su actuación del pasado año. Dos veces seguidas...
Johnny Rotten entre canciones eran, más que poco creíbles, infantiles y hasta la puesta en escena y pintas rallaban el patetismo. La gente se movió poquísimo, algo más en el primer bis con "God save the queen" y "Anarchy in the UK" pero incluso en el segundo bis ¡¡¡ que nadie pidió !!! tuvieron que reclamar a un publico que mayoritariamente se retiraba en desbandada hacia otros escenarios, para despedirse entre alusiones al toro español y haciendo una especie de bailes patrios carpetovetónicos. Lamentable. Por salvar algo, la batería de Paul Cook (algún recuerdo al sonido punk), y las versiones, más por romper la aburrida interpretación del repertorio "pistols" que por la ejecución de las mismas: No Fun (The Stooges) y una no muy reconocible Roadrunners (Jonathan Richman) mantuvieron la atención. También la primera canción "Pretty Vacant", más bien por la parte del público en espera de un regreso digno que no lo fue.
Brevísima y fugaz paso por otro escenario para ver de refilón el final de Cansei de Ser Sexi, donde de nuevo al público estaba como loco con la parafernalia de globos y colorido inundando el escenario. Desde los "bosex" se escuchaba la actuación de Kaiser Chief, demasiado parecida, lógicamente, a su actuación del pasado año. Dos veces seguidas...
Bien avanzada la madrugada aparecieron Los Planetas. Mal sonido y altas horas unido a las canciones, para empezar, más tranquilas de su último y excelente disco "La leyenda del espacio" hacían presagiar lo peor: "El canto del bute", "Si estaba loco por ti" y "Ya no me asomo a la reja", no sonaron bien, pero si sonó emocionante "Corrientes circulares en el tiempo" momento en el que la actuación comenzó a ir a más, tirando del repertorio clásico: "Canción del fin del mundo", "Segundo premio", "Devuélveme la pasta que me debes", "Un buen día" o "Maniobra de evasión". Mejoró el sonido y se notó a J a gusto y metido en la actuación, cada vez más suelto en la voz y con el muro de guitarras haciéndose perceptible. Para lo último la habitual traca final "Reunión en la cumbre" y "Pesadilla en el parque de atracciones" y J que quería salir a tocar una nueva y que no le dejaron. Lastima. Bien las imágenes que acompañaban a las canciones, muy logradas por momentos.
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