Siempre en vanguardia que no en tendencia, y abriendo vías en múltiples proyectos con más o menos repercusión, pero siempre con su personal impronta ya sea en solitario o en bandas que cualquier buen aficionado debería conocer: en los 80 en 'Demonios tus Ojo' (con Corcobado, Javier Almendral y su hermano Nacho), en los 90 en 'Vamos a morir' (con Julio Jara y Nacho de nuevo) y sobre todo con su proyecto más estable, los imprescindibles Mil Dolores Pequeños (con Ajo y Javier Piñango) y ya en este siglos con "Las Malas Lenguas", "Los Cuantos" y "La Femme Fakir" además de son sus proyectos en solitario.
El último 'Notas de abajo' que en esta ocasión presentó sin banda... con su electrizante guitarra y su cavernosa voz. Tablas no le faltan así que defendió con garra un repertorio que en estudio es rico en matices instrumentales, pero que en esencia es blues visceral envuelto en guitarras cubistas y voces poliédricas... y rocosas. De esa forma sonaron "Buon giorno", "De un soneto (W.W. 44), "No es por mi" o la hiriente plegaria rock de "¡Oh dioses!"... además del bucle obsesivo de "Espiral" que abre su anterior disco 'Nadie en el espejo' y que sonó amenazante e hipnótico... por encima de lo que en principio eran murmullos que rápidamente se elevaron hasta impúdicos parloteos... al final del concierto todo fueron agasajos pero mientras actuó...
A continuación llegó el turno de Cerdito, proyecto de intrigante nombre encabezado por Oscar Llanos que presentaron su disco 'Arganzuela', que en directo se plasmó en una amplia gama de sonidos, desde la psicodelia pop de "Urbe" hasta el after punk de "Montpellier" pasando por el pop onírico de "Jersey de cuello alto"... pero sin que faltara el ruido en las guitarras... ni unas letras bastante personales. La noche se tornó arrabalera y castiza con Leone que presentaron su último disco "La vida no vale nada" cuyas canciones interpretaron con solvencia y que sonaron a tradición de la canción española: "El presidiario" a western: "Sed de mal" e incluso a bossanova sesentera:"A tu vera" y a mariachi en la canción que da título al disco. Los espíritus de Antonio Batrina (Malevaje) y Andrés Herrera (Pájaro) planearon por la sala. Menuda sorpresa para cerrar la noche.
Cerdito es el proyecto
del madrileño Oscar Llano, que se encarga de voz, guitarras, teclados,
programaciones, es autor de todas las canciones y también coproduce.
Junto a él en la grabación Javier Becerra (batería), Mark Williams
(bajo), Luis Sánchez (guitarra y sutar) y Tais López (coros) en estas
diez canciones que componen «Arganzuela».
Podemos decir que el que tenemos entre manos no es un disco fácil de
clasificar. A pesar de lo poco que promete el nombre del grupo y el
anodino título del disco, Llano construye un particular universo musical
en el que hay espacio para el noise, el powerpop o el post punk, todo
regado por unas personales letras y cierta inclinación a crear
atmósferas que hacen de este disco un artefacto en el que cualquier
etiqueta se nos queda corta.
«Arganzuela» peca sin embargo de ciertos altibajos y de una pobre
producción (al reproducir el disco se tiene la sensación de haber tapado
con una tupida tela los altavoces), lo que lastra el resultado final de
una obra que, por otra parte, tiene algunos buenos momentos. Queda a
discreción del oyente decidir si ve el vaso medio vacío o medio
lleno....
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