Han sobrevivido a la era del "compact disc", pues tanto este disco como los dos siguientes más algún single que forma su corta discografía, nunca se editado en este formato, y es ahora cuando Munster Records, en otro excelente trabajo de arqueología y rescate musical lo reedita de nuevo en vinilo con escrupulosa fidelidad. A lo que no sobrevivieron fue a los excesos de su propia juventud, pues la formación original se disolvió apenas terminada la grabación del disco.
Esta reedición, un disco tributo recientemente aparecido y el reencuentro entre Julián Sanz y Corcobado (el primero forma parte ahora de la banda del prolífico artista madrileño), han encendido la mecha para la reunión de la banda. Una única fecha en Madrid por lo que la ocasión, con todo vendido, se presentaba histórica.
Así lo fue... pues no sólo nos reencontramos con la formación original: Javier Corcobado (voz y saxo), Julián Sanz "Erizonte" (bajo y violín), Javier Rodrigo (guitarra), Luis Corchado (batería) y Andrexs Wax "Tinita Ti" (teclado), sino también, no podían faltar entre el público, con toda una generación de artistas que en distintas formaciones, afrontaron el difícil reto de "crear" al margen. Muchos de ellos han colaborado con el propio Corcobado en alguno de sus múltiples proyectos a lo largo de todos estos años: Ajo y Javier Colis (Vamos a Morir y Mil Dolores Pequeños), Jesús Rodríguez (429 Engaños), Javier Almendral (Vírgenes Adolescentes) o Nacho Laguna (Chatarreros de Sangre y Cielo) por citar algunos.
En lo musical, como prólogo, actuaciones breves pero muy intensas de algunas de las bandas que aparecen en el disco tributo: Sagrados Corazones versionaron con vehemencia y ruido "He matado a mi hermana", Pablo und Destruktion junto a Krapula arrasaron con una performance literalmente incendiaria de "Curiosos" y Les Rauchen Verboten junto a Raúl Espectro (Fabuloso Combo Espectro) apabullaron con sonido de saxo y guitarra saturada con "Ladra".
Mar Otra Vez tocaron entero y en el mismo orden el disco que les ha reunido aunque con desarrollos más largos y dando rienda suelta a una delirante progresión de sonidos. Manejaron la tensión una veces contenida en "He matado a mi hermana" o "He", otras desatada "Jonás" o "Canción pequeña II, crudos y despiadados en "Ladra" profundos en "Curiosos" con Corcobado ahogándose en el micro. Con sobriedad, concentrados en sus instrumentos e interpretación, no más de un imperceptible gracias y un buenas noches hacia la mitad del concierto. Con Corcobado aporreando pesadas cadenas sobre un bidón de gasolina que en esta ocasión... no ardió. Para terminar "La planta baila", canción oculta que no aparece en los créditos del disco, y con el que el despliegue ruidista se desbarató hasta hacer que parte de la banda acabara en loca desbandada... entre el público. Sin bises... sin concesiones.
