Desarrollo que en directo duplicó o triplicó la extensión de la versión ofrecida en estudio (ya de por si larga). Y es que como su propio nombre indica, lo de Endless Boogie, más que canciones, ejecutan progresivas 'jam sessions' de ritmos minimalistas... obsesivos... trepanantes repeticiones de proto-blues ponzoñoso que no terminan ¡ y no quieres que terminen nunca ! pues cada cierto tiempo van introduciendo matices en los ritmos de bajo y batería con los que introducir infecciosos riffs y punteos de guitarra...
...hasta hacernos perder la noción del tiempo y descubrir que estábamos ya en otro bucle, el de "Back 74" en el que las guitarras del Hendrix más febril se retuerce sobre los ritmos de la Velvet más contundentes... progresión lisérgica y hippy... para volver de nuevo ¡ a Vibe Killer ! sonando ahora como una versión bastarda de rock sureño y kraurock oscuro... con algo de stoner por el camino.
Salvo su vocalista Paul Major, de imagen huraña pero afable con sus seguidores, el resto de la banda, parecían ajenos concentradísimos más allá de sus instrumentos y la coordinación con sus compañeros: Harry Druzd, como un metrónomo en la batería, Marc Razo experimentando con el bajo y su amplificador, siempre de espaldas (si acaso de lado) y las guitarras de Jesper Eklow y Paul Mayor repartiéndose los riff y los punteos de guitarra.
Continuaba la 'jam' con "Whilom" volviendo al blues obsesivo... repetitivo e infinito, para finalmente pegarse su particular homenaje rockero recuperando de su primer disco "Smoking figs in the yard" donde las guitarras sonaron sucias y salvajes a lo Stogges, pero también electrizantes y melódicas a lo Stones... una mezcla explosiva de escándalo Los afortunados asistentes que ocupamos la mitad del aforo de la sala quedamos con el cerebro hackeado... reiniciando sesión.