Sorprendente primer disco de este trío barcelonés cuyos miembros, Marc Barrachina (FACTO), Oscar D'aniello (DELAFÉ) y Helena Miguel (LAS FLORES AZULES), curtidos en anteriores bandas underground de la ciudad, es en este proyecto de nombre equivoco donde parecen más creativos y originales.
Equivoco porque a primera vista, nombre de grupo y portada parecen remitirnos a una banda de hip-hop, y aunque algo de ello hay en este disco, nos encontramos además con pop, electrónica, "ambient" y otros estilos en formato minimalista. Sonidos que en principio costaría hace encajar y que, de ahí la sorpresa, no sólo lo consiguen sino que en algunas canciones el resultado es excelente como en "Enero en la playa", "Mediterráneo" o "La fuerza".
Contundentes letra de denuncia y crítica social positiva y esperanzadora que brotan de forma sutil y susurrante a través de bases programadas, teclados, vientos... junto a coros y tonos de voces diferenciadas, fundamentales a lo largo del disco. Todo ello envuelto en un aire de plácido paseo urbano, de rutina perezosa con Barcelona casi siempre presente en las canciones. Poso agridulce y aires de canción mediterránea. Evocaciones varias y naif en ocasiones: veranos, tardes largas, fantasías de ciencia-ficción, amigos, rutina anual deportiva: la Eurocopa, el Tour...
Podríamos hablar de lo-fi del rap. La fuerza del hip-hop y el lirismo del pop en un disco de contrastes, de compleja ubicación. Imposible para públicos posicionados en escenas y modas. Difícil para quien busca referencias, quizá un recuerdo a "Epílogo" de Parafünk, donde Javi Pez pone voz a un sonido afín aunque más para las pistas de baile. El Monstruo de la Rambla. Atemporal, agridulce, precioso ...