Bajo el lema ‘No importa tu cara, importas tú’ el
enmascarado quinteto originario de Ciudad de México formado en la primera
décadas del pasado siglo, regresa tras diez años de silencio con este cuarto
trabajo en el que abandonan la etiqueta de culto para abrirse paso en Europa de
la mano del sello creado por Cala Vento.
Como el concepto botánico del que
toman su nombre, el sonido se expande en horizontal laberinto para crecer y
agrandarse. Piezas instrumentales de contundencia épica y progresiva emoción
que fomenta la imaginación del oyente en forma de tormentosos arrebatos
eléctricos de paisajes intrigantes que se agitan hacia lo salvaje: «Todo Fin También Es Un Comienzo»o se mecen en plácida tensión sobre sintetizadores
hasta que estallan en ruidoso conflicto «Máquinas Abstractas». Salpicado por
algunos violonchelos: la plácida calma de «Lattice» y por sobrenaturales y
embaucadores diálogos: el turbador desasosiego de «Lo bonito De La Muerte». Sobrecoge en su particular apocalipsis.
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