Kneecap – RICH PEPPIATT (British Film Institute, Coimisiún na Meán, Curzon , Fine Point, Fís Éireann/Screen, Screen Ireland, DMC Film). Publicado en la web Rock & Roll Army

Los raperos Kneecap se han convertido en un fenómeno social en el Ulster, la Irlanda británica, por fomentar la recuperación del irlandés gaélico, lengua que tras siglos de prohibición y relegada hasta hace pocos años que se hizo oficial en su territorio,  era prácticamente desconocida para la mayoría de la población joven, y es por ello que da el salto a la pantalla grande. No es este un biopic, tampoco un documental, pues mezcla ficción con realidad, aunque sus protagonistas son los componentes reales del trío de Belfast: Moglai Bap, Mo Chara y DJ Provai que lógicamente han participado además como guionistas y que bien podrían además iniciar  carrera profesional como actores, pues sus interpretaciones, aunque sean de sí mismos, son de altura. 

 

El trasfondo político y social contra el gobierno británico sigue latente, pero también se muestra las diferencias internas provocadas por las distintas inquietudes y actitudes de las nuevas generaciones frente a las de sus padres que vivieron o participaron en los años 80’ el conflicto armado directo. Lo más interesante es que lo hace desde otro enfoque aunque estrechamente relacionado, la lengua y lo más acertado es que lo hace desde la comedia, con un humor que va de lo ingenioso a lo soez, de forma inteligente… y radical.

 

Filmado de forma frenética y vibrante, sobre todo en la primera mitad del metraje, en el que se contextualizan como personas y como banda don una divertidísima naturalidad, y con varios guiños a Trainsponting, además de algún otro  a la más lejana La Vida de Bryan de 1976, otro hito del humor absurdo e inteligente. Según avanza la trama, cuando aparecen los aspectos más dramáticos, que no dejan de estar presentes a lo largo de la película (aunque en un segundo plano), el ritmo baja, pero no el interés, y es que el nivel de frenesí inicial es altísimo, aportando a la historia una credibilidad que la sitúa un punto más allá del mero entretenimiento musical. Knkecap, una defensa cultural de la lengua gaélica mediante la música rap.

El prolongado sueño del sr. T – MAX (La Cúpula). Publicado en la web Rock & Roll Army

Novela gráfica reeditada con nueva portada por La Cúpula, que había sido publicada en 1998 de forma compacta, aunque originalmente apreció un años antes como capítulos seriados de la mítica revista el Víbora, aportando a la punkarra y electrizante revista un punto de vista reflexivo nada habitual en sus páginas. La obra la firma Francesc Capdevila más conocido como Max una de las figuras más importantes del comic español, un clásico aún en activo que ha  abordado casi todos los campos de la actividad gráfica: ilustración, diseño, historietas…

 

Este título además marca un punto de inflexión con la línea clara y colorida de su etapa anterior, en los años 80’ y el humor que trabajaría más tarde. Aquí estilísticamente se muestra oscuro, con trazos gruesos unas veces, trazos no precisos otras, con fuertes contrastes en blanco y negro, figuras muy expresivas y simbólicas de fuerte carga emocional… todo ellos para reflexionar sobre el interior del ser humano, sus miedos, su consciente y subconsciente, y la constante lucha con uno mismo por forjarse una personalidad en la que convivan los distintos “yos”  

 

Lo hace desde el punto de vista de los sueños: el de Su, el de Sara y el de Callywax, como reflejo del lado sabio, femenino y oscuro sobre el que, en última instancia, reflexiona la obra. Dichos sueños estás a su vez en el de Mr. T que tiene que aceptar las distintas caras para reconocerse, y así vaciarse y c empezar de  cero como un ser nuevo sin invisibles ataduras interiores… y es que la historia en curiosa treta metalingüística entre lo real y lo imaginado, comienza con las siguientes palabras:

 

“El 17 de marzo de 1993, Cristóbal T., casado, empleado de una ferretería, se acostó en su cama como cada noche. Despertó 40 días más tarde en la U.C.I. del hospital. Lo primero que hizo fue pedir papel y lápiz a las atónitas enfermeras. Durante las semanas siguientes rellenó tres cuadernos con una narración detallada de todo cuanto había soñado. Lo que tiene en sus manos es una transcripción gráfica de su relato.”

LAGARTIJA NICK (216-10-24) Shoko - Madrid. Publicado en la web Ruta 66

Foto: Juan Fco. Camacho

 

Las últimas actuaciones de los granadinos en la capital han venido marcadas por la presentación de sus trabajos conceptuales dedicados a las ciudades bombardeadas de Los Cielos Cabizbajos (Montrgrí 2019) y a Luís  Buñuel de El Perro Andaluz (Montrgí 2022). Emocionantes conciertos en los que el repertorio antiguo quedaba reglado a breves espacios y bises. Había por tanto expectación por conocer el repertorio escogido para celebra el 35º aniversario de la banda. Expectativas cumplidas para un público que abarrotó la sala y que disfrutó de un recorrido por las diferentes etapas que los Lagartija han transitado-experimentado-consolidado a lo largo de su fructífera carrera.

 

De todo hubo, aunque el ciber-guitarreo sucio y salvaje de sus inicios, con Juan Codorníú y Antonio Arias desaforados, triunfó ante un público más proclive a la exaltación ruidosa y punk de canciones como ¿«Hipnosis»?, «Tan Raro, Tan Extraño, Tan Dificil», «Conmigo crece el caos», «Nueva Harlem»… que a la imbricación flamenca «Ciudad sin sueños» (rescatada del Omega) y popular «La Leyenda De Los Hermanos Quero», que logró alzar algunos puños al alto. «Strumer, Lorca» fue el punto de encuentro entre el desenfreno rock y las raíces eléctricas.

 

Foto: Juan Fco. Camacho

 

Hubo momentos para las emociones tensas pero contenidas con el colchón de teclados y ambientes de JJ Machuca en primera línea: «Me Gustaría Para Mí (Las Libélulas)», «Bueno días Hisoshima»… treguas para el espíritu en medio del espacial caos eléctrico y rítmico con Erik más potente que nunca, si es que eso es posible. Hubo algunas sorpresas ¡como no! “una oculta canción con mucho rollo” dijo Antonio para presentar «El signo de los tiempos» que aparece en el El Shock de Leia (Recording for the other side 2007) de la que también sonó con espídica «20 versiones» 

 

En el largo bis y entre algunas de los clásicos «Satelite», «Rock And Roll Zine»,  «Esa Extraña Inercia (Anfetaminia)», recuperaron una vieja verisón de los Electric Prunes  “que hace siglos que no tocamos” dijo Antonio "I Had Too Much To Dream Last Night, para acabar acordándose del Val Del Omar (Columbia 1998) con David Fernández a la batería y su entusiasta ‘frontman’ gritando “viva el jevi’… hasta desbocar  la furia y gastar las energías que les quedaba con «Meca-Mística» y la gloriosa  y emocionantísima «Celeste», tras dos horas de viaje “eternamente en vuelo” por su universal satélite, en el que todavía hay fuego.

The Courettes (23-10-24) El Sol - Madrid. Publicado en la web Ruta 66.

Foto: Joe Herrero

Noche de reencuentro con el dúo formado tanto en el plano musical, como en el personal por la brasileña Flavia Couri en la guitarra y voz, y el danés Martin Couri, que tras su paso por el Fun House hace un par de años, amplían aforo… aunque en noche de miércoles preinvernal, no se llenó del todo la legendaria sala de la calle Jardines. The Soul Of… The Fabulous Courettes, era su último y reciente trabajo a presentar, que sonó en directo más visceral si cabe que en su versión estudio, pues los ritmos y melodías eran lanzadas con frenético y aguerrido espíritu rockero…  aunque sin perder su componente garagero y doo wop, muy marcado desde el inicio con «You woo me» en su continuación un antiguo clásico del dúo «The Boy I Love» y especialmente en la radiante «Boom boom boom» y el medio tiempo «Misfits & Freeks». 

Foto: Joe Herrero

 

Tampoco se olivarían del rockabilly salvaje con «Boom Dynamite» ni del surf pantanoso con «Hop The Twig» ni de incitar al baile en divertido y contagiosos pop enérgico y añejo, sobre todo en el bis con «Keep Dancing» y «Shake», su último single que se guardaron hasta el final de una fiesta... que no paró de animar Flavia como simpática anfitriona, que  no paró de fichar a gente del publico que recordaba de su anterior actuación. Ni se lo pensó dos veces cuando, no solo se bajo del escenario con su curiosa guitarra personificada con su nombre, si no que se subió a la barra a toca con ella, lo nunca (o casi nunca) visto en esta sala, para volver al escenario y seguir enlazando canciones hasta llegar a un final tras hora y media… que se pasó volando… entre sonidos del pasado aferrados al presente… como unas Ronettes desbocadas.

Pigx7 – Bala – Wyldlife – Nuevo Catecismo Católico – Mohama Saz – Auotmatic Lovers (19-10-24) Blockparty Arganzuela – Madrid. Publicado en la web Ruta 66.

Pigsx7. Foto: Joe Herrero

 

El pasado año, en la misma Explanada Negra de Madrid Río, esta Fiesta de Barrio, sufrió la tromba de agua con truenos y relámpagos típica de inicios de junio. En la otoñal nueva edición, se evitó la tormenta meteorológica, pero no la sonora, con un cartel en el que las guitarras, en sus variadas propuestas enérgicas y ruidosas fueron las protagonistas, sonando afiladas en forma de punk rock y clásico, hard-metal, hardcore, psicodélico, alternativo…

 

Las conocidas “inclemencias” ferroviarias sufridas en Madrid el fin de semana, provocaron retrasos que impidieron al firmante llegar a tiempo para ver a Automatic Lovers, que a las tres de la tarde y con un sol de justicia, cuantan algunos de los pocos que allí estaban, rememoraron los sonidos del protopunk  sucio con entrega y devoción absoluta… igual de entregados se les vio en la primera fila a lo madrileños durante la actuación de Nuevo Catecismo Católico.

 

Todavía con el sol calentando aparecieron los también madrileños Mohama Saz que ofrecieron una propuesta al margen de la jornada, aunque no tanto. Un sugestivo viaje sonoro que traspasó fronteras: música andalusí, mediterránea, del Sahel africano, turca y del Indostán con el baglama (instrumento de cuerda popular en Turquía parecido a la mandolina) como protagonista en su versión eléctrica (Saz como índica el nombre de la banda)… huyeron de occidente en lo formal, aunque utilizaron estructuras nada alejadas del rock, embaucando a un público ya abundante con sonidos cercanos al rock progresivo, psicodelia kraut o free-jazz.

 

Nuevo Catecismo Católico. Foto: Joe Herrero

Nuevo Catecismo Católico, anunciaron último concierto, reafirmándose desde que pisaron el escenario con «Aquí Llega Dios», para recordar el sonido Buenavista, término que en los 90’ definió  al crudo sonido rock-punk surgido en los locales de ensayo de dicho barrio donostiarra. Directos y afilados, mostraron fiereza y actitud, sobre todo con Gonzalo en la voz que iba frenético y acabó cayendo por el suelo… poco después de anunciar una versión de una banda de la que no se acordaba nadie dijo: Trouble de los punkrockers californianos Blockout y acabar con una vieja canción de su repertorio en ingles, no sin antes recordar al sello castellonense No Tomorrow… un viaje en el tiempo. 

 

Después aparecieron Wyldlife banda neoyorkina que ofreció una atractiva… y variada actuación dentro de los márgenes de punk rock. Sus riffs de guitarra junto a estribillos enérgicos hicieron al gentío elevar los puños al cielo cubierto ya… por una noche que empezaba a calentarse  en decibélica potencia, también ellos se fueron creciendo con un frontman entregado a la causa… y sorprendiendo con una aceleradísima versión de Tom Petty: «You Don't Know How It Feels deTom Petty». Si el año pasado fue Bad Nerves la banda que subió un peldaño tras su actuación en este festival, este año pueden ser ellos. 

 

Wyildlife. Foto: Joe Herrero

 

Con Bala llegó el envolvente y potente torbellino sonoro que provocó que gran parte de los asistentes quisieran vivir el caos ruidista en primeras filas, al tiempo que otra buena parte del mismo prefiriera mantenerse expectante desde posiciones secundarias… y es que el dúo gallego arrasó con su insistente y petrea bola de ruido que hizo saltar por los aires los paradigmas del hardcore, stoner, grunge…  con el sonido como principal protagonista por encima de las canciones y de la voz, resultó sorprendente todo el espectro sonoro producido únicamente por una guitarra… y una batería machacona con funciones no solo rítmicas. No dieron respiro, llevando incluso al extremo el «Territorial Pissing» de Nirvana, que sonó como una apisonadora. Abrumadoras.

 

Par acabar con las pocas energías que Bala había dejado en el público aparecieron Pigs, Pigs, Pigs, Pigs, Pigs, Pigs, Pigs. Los de Newcastle ofrecieron una actuación corta, en la que mostraron su capacidad para moverse con soltura desde el stoner guitarreo no denso, hasta propuestas más metaleras y ruidistas en las que el muro de sonido volvió a ser protagonista… con permiso de su ágil y frenético frontman, que ofreció todo un repertorio de movimientos sobre el escenario. Todo un espectáculo para cerrar la festiva noche en el barrio.  

El Cielo Rojo - CRISTIAN PETZOLD (Schramm, Koerner & Weber Kaiser, ZDF, ARTE). Publicado en la web Ruta 66

Recomendable producción alemana en la que dos  amigos, un escritor novel y un aspirante a fotógrafo de antagónicos carácter se ven circunstancialmente obligados a compartir su estancia veraniega en una casa junto al mar con una joven y un amigo de ésta, mientras como telón de fondo, un incendio cercano no parece perturbar sus preocupaciones. 

 

Lo que en principio iba a ser una especie vacaciones de trabajo se convierte, en algo diferente, lo que desconcertará al egocéntrico escritor. La improvisada reunión generará  distintas tensiones no resueltas de atracción y rechazo en el escritor, bastante odiable por su petulante arrogancia, que además atenazado por sus miedos e inseguridades, es incapaz de ver la realidad que le rodea, cegado por el ego del que piensa que el mundo está contra él, aún cuando el resto se lo ponga fácil. 

 

Una muy buena puesta en escena y guion: conversaciones, situaciones, diálogos, que juega a las apariencias en logradas y muy bien expuestas localizaciones de recreo y playa que remiten directamente a las películas de Rohmer. La primera parte de la cinta, es una magnifica y precisa prestación de personajes que no parece ser lo que son salvo el citado escritor, y en el que el bosque será testigo de lo que ocurre  y determinante protagonista de lo que ocurrirá.

LIZ LAWRENCE - Peanuts (Chrysalis). Publicado en el nª 428 de la revista Ruta 66

A lo largo de su carrera, la compositora asentada en Londres, ha transitado por diferentes estilos, desde el inicial street folk a la electrónica pop haciendo escala por el rock alternativo. En éste su cuarto trabajo, encuentra un sonido propio, pero no uniforme que armoniza sin estridencia y buen gusto en un conjunto de canciones bien cohesionadas en su variedad. «Big Machine» declara intenciones, con su ritmo básico sobre el que serpentean guitarras en primitivo blues junto a tibios y orgánicos arreglos electrónicos mientras la voz de Liz se alza en futurista soul. «Names Of Plants And Animals» introduce un sutil sincopado funky que en «No One» se convierte en un zeppeliano viaje a los 70’ y en «Oars» se transforma en dulce y machacona oscuridad 80’ para, en la adictiva «Strut» mutar entre el techno y el rap con electrizantes resultados. Adictivo y excitante disco que denuncia la perdida de espacios físicos comunitarios y la desconexión de la personas en el derrumbe moral de su país.

GOAT GIRL - Bellow The Waste (Rough Trade). Publicado en el nª 428 de la revista Ruta 66

En su tercer trabajo las londinenses convertidas en trío, descolocan y arriesgan con respecto a su anterior obra. El post-punk garagero de guitarras distorsionadas cede ahora espacio a los sonidos del folk sintetizado en atmosféricas cadencias con el sonido de la naturaleza, voces y coros tomando protagonismo. «ride around» marca la transición con la presencia aún del guitarreo, pero a lo largo del disco domina la pausa, los bajos y los  arreglos instrumentales, alejándose del efecto instantáneo y directo para ofrecer un escapista conjunto de melodías que se recrean entre un bosque sonoro que se abre hacia la luz en contadas y agrestes ocasiones: «tcnc» busca abrir sendero con agresividad industrial y entre colorista y sugestivo pajareo «where's ur <3», pero… principalmente el sonido fluye entre melodías desbrozadas con delicadeza «pretty faces» de entre la exuberancia «jump sludge». No es un disco fácil, hay que ir despacio, y tomarse su tiempo, pero perderse en él tiene recompensa.

BAR ITALIA - Tw*ts (Matador) .Publicado en el nª 428 de la revista Ruta 66

Tras publicar el pasado año The Twist, el trío afincado en Londres apura la popularidad proporcionada por dicha grabación presentando Ep de cuatro canciones, tres de ellas nuevas, creadas a continuación del citado lanzamiento, en las que continúan recreando y deconstruyendo el sonido de los 90. «The Only Conscious Being In The Universe» es un atractivo y nervioso diálogo a dos voces que tanto recuerda a Pixies como a Pavement, al igual que «Drumstart» en su más que destartalada baja fidelidad de sonido, mientras que «Sarcoustica» se despereza ente arreglos de violín y reduce revoluciones, aunque sin alejarse de la alegre tensión que aportan unas guitarras siempre dispuestas a despegar en sus punteos. La ya conocida «Sounds Like You Had To Be There» recuerda su reverso oscuro y psicodélico, sonidos que no eluden aunque no se adentren en ellos claramente, más bien lo hacen explorando y experimentando de manera tangencial. Interesante como síntesis del actual espectro musical de la banda.