El prolífico Ramón Rodríguez no para. Aún con los ecos de su último disco con Madee "L'Antartica" (muy bien acogido por público y prensa) y el disco y conciertos con Ghouls 'n' Ghosts (junto a Santi García), nos presenta ahora un personal, nuevo y... ¡¡¡ sorprendente !!! proyecto en solitario en el que, ya desde el título y la portada, se intuye sencillo y cercano.
Y así es. Canciones, por primera vez cantadas en castellano, que se mueven entre las historias mínimas y la cotidianeidad extrema, no faltas de una especie de melancolía doméstica, controlada, sutil y extrema a vez. Las referencias personales son una constante, se satiriza incluso a si mismo con el juego de personalidades entre él y Garfunkel, también son insistentes las referencias al mundo y las personas que le rodean. Lugares de la costa catalana y amigos de profesión. Con desconcertante sinceridad, entre la realidad y la fantasía.
Acústicas, pianos y diversos arreglos leves, progresan junto a la voz de Ramón que va subiendo sin retorno. Las canciones quedan ahí, esperando una respuesta que no llega, brevedad sin fin. "La cafetera", "El cau del pescador" y "Fuera complejos" definen todo lo dicho sobre músicas y letras, también otras como "¡Hoy estreno!"o "El saben aquel que diu" aun cuando muestran matices propios.
Pero hay momentos también en que la introspección se impone como en ""El fin de la resistencia" o ""Mil gracias". Mención a parte para la presentación. Este libro-disco no encajará en tu estantería de "cedes" habitual. Un formato particular que esconde un sugestivo libreto en el que se incluyen los textos acompañados por las imaginativas y a la vez próximas ilustraciones de Martín Romero. Todo un lujo para la vista y para el oído. Perfecto para oir, no sólo, una mañana de sábado de finales de mayo.
Los jueves en directo de 21:00 a 22:30 a través de las ondas en Radio Utopía 107.3 FM y en la red en www.radioutopia.es
30 mayo 2008
25 mayo 2008
ADAM GREEN - Sixes & sevens (Sinnamon Records)
Esta vez el "croner más friki de la Gran Manzana" nos ha dado un respiro y se ha tomado su tiempo para esta quinta entrega. Doblemente de actualidad, no sólo por este disco titulado con una frase hecha que en jerga hace referencia a momentos de confusión, sino porque algunas canciones que junto a Kymia Dawson firmó como Moldy Peaches, aparecen en el exitoso film "Juno"
En su habitual línea compositiva, nos deja pinceladas de canciones, retazos de entre dos y tres minutos que en algunos casos bastan pero en otros... te deja en el mejor momento. Veinte canciones que hablan los momentos cotidianos, la familia, la vida sencilla...
Acostumbrados a su peculiar propuesta de canciones indolentes y desgarbadas (su imagen es reflejo de ello), nos sorprende esta vez con un abanico más abierto aún si cabe de melodías, sonidos y estructuras. Paa empezar "Festival song" una canción que en su inicio recuerda el "Spanish Stroll" de Mink Deville, para continuar con menos complejos que nunca adentrándose en terrenos del gospel "Cannot get sicker" (incluido chasquido de dedos inicial), "Broadcast beach" y sobre todo en "Morning after midnigh" todo un estallido de saxos y coros que bien pudieran proceder de cualquier iglesia evangélica del Harlem. También, con su habitual ironía, se atreve a recitar cual predicador en "The sounds like a midnight", "Exp 1" o "Leaky flask".
No quedan ahí las novedades. Será la experiencia, que no la edad (no llega a la treintena pero lleva tocando desde crio), la que le haya lanzado por terrenos desconocidos, de ahí que a su peculiar manera nos muestra nuevas horizontes en forma de country "Homelife" o "Be my man" además de... ¡¡¡ música andina !!! en "You get so lucky" no faltan las flautas peruanas y ecos de las montañas.
En definitiva, es un disco que se aleja de los pequeños himnos melódicos e impostados, que tan buen resultado daban en discos anteriores, pero que nos muestra con mayor naturalidad un autentico "collage" de ritmos y sonidos menos melódicos pero más divertidos.
En su habitual línea compositiva, nos deja pinceladas de canciones, retazos de entre dos y tres minutos que en algunos casos bastan pero en otros... te deja en el mejor momento. Veinte canciones que hablan los momentos cotidianos, la familia, la vida sencilla...
Acostumbrados a su peculiar propuesta de canciones indolentes y desgarbadas (su imagen es reflejo de ello), nos sorprende esta vez con un abanico más abierto aún si cabe de melodías, sonidos y estructuras. Paa empezar "Festival song" una canción que en su inicio recuerda el "Spanish Stroll" de Mink Deville, para continuar con menos complejos que nunca adentrándose en terrenos del gospel "Cannot get sicker" (incluido chasquido de dedos inicial), "Broadcast beach" y sobre todo en "Morning after midnigh" todo un estallido de saxos y coros que bien pudieran proceder de cualquier iglesia evangélica del Harlem. También, con su habitual ironía, se atreve a recitar cual predicador en "The sounds like a midnight", "Exp 1" o "Leaky flask".
No quedan ahí las novedades. Será la experiencia, que no la edad (no llega a la treintena pero lleva tocando desde crio), la que le haya lanzado por terrenos desconocidos, de ahí que a su peculiar manera nos muestra nuevas horizontes en forma de country "Homelife" o "Be my man" además de... ¡¡¡ música andina !!! en "You get so lucky" no faltan las flautas peruanas y ecos de las montañas.
En definitiva, es un disco que se aleja de los pequeños himnos melódicos e impostados, que tan buen resultado daban en discos anteriores, pero que nos muestra con mayor naturalidad un autentico "collage" de ritmos y sonidos menos melódicos pero más divertidos.
12 mayo 2008
04 mayo 2008
JILL CUNNIFF - City beach (Ryko)
El populoso y cinematográfico barrio neoyorkino de Brooklin sigue encendido. Desde allí nos llega el primer disco de Jill Cunniff. Su voz susurraba en los 90' al servicio de Luscious Jackson, la banda de trip-hop introspectivo, íntimo y emocional, protegida por aquel entonces ¡ nada más y nada menos ! que por los Beasty Boys.
Curiosa propuesta que no olvida sus orígenes: mucha caja de ritmos, percusiones y arreglos, ambientes varios y algo de chil-out, al que se añaden estructuras pop y disco para las pista. Una curiosa mezcla que funciona mejor en unas canciones como "Apartament 3", sobre todo cuando la voz suaviza algún que otro exceso sonoro, aunque en otras se hace más previsible ""Warm sound eyes"
Un disco que sorprende, aunque también despista, pues aparecen muchos momentos de guitarra acústica entre la maraña del artificio rítmico y la batería. Entre el "sonwritter" y el "dance", con fuertes ramalazos de vitalidad electrónica pero también ambientes más oscuros.
En "Love is a luxury" aparece su cara más pop, aunque sin olvidar los ritmos muy marcados, una canción alegre y despreocupada de créditos en peli de final feliz. En "Exclusive" aparece una vena rock con voz profunda, unas especie de country modernizado. Momentos no esperados en un disco en el que hay más de lo que parece. Muchos detalles, como unas trompetas que al final de "Happy Warriors" recuerdan las reries de televisión que acompañaron los sábados por la tarde a finales de lso 70'.
En definitiva, sonidos y sobre todo letras que invitan al disfrute de la vida, y que ironiza con la modernidad y sus malos usos aplicados a la música"Lazy girl"
Curiosa propuesta que no olvida sus orígenes: mucha caja de ritmos, percusiones y arreglos, ambientes varios y algo de chil-out, al que se añaden estructuras pop y disco para las pista. Una curiosa mezcla que funciona mejor en unas canciones como "Apartament 3", sobre todo cuando la voz suaviza algún que otro exceso sonoro, aunque en otras se hace más previsible ""Warm sound eyes"
Un disco que sorprende, aunque también despista, pues aparecen muchos momentos de guitarra acústica entre la maraña del artificio rítmico y la batería. Entre el "sonwritter" y el "dance", con fuertes ramalazos de vitalidad electrónica pero también ambientes más oscuros.
En "Love is a luxury" aparece su cara más pop, aunque sin olvidar los ritmos muy marcados, una canción alegre y despreocupada de créditos en peli de final feliz. En "Exclusive" aparece una vena rock con voz profunda, unas especie de country modernizado. Momentos no esperados en un disco en el que hay más de lo que parece. Muchos detalles, como unas trompetas que al final de "Happy Warriors" recuerdan las reries de televisión que acompañaron los sábados por la tarde a finales de lso 70'.
En definitiva, sonidos y sobre todo letras que invitan al disfrute de la vida, y que ironiza con la modernidad y sus malos usos aplicados a la música"Lazy girl"
03 mayo 2008
THE LADYBUG TRANSISTOR - Can't way another day (Green Ufos)
Tras cinco años desde que se publicó su último disco de nombre homónimo (si exceptuamos el cd-ep de versiones anterior), los de Brooklin aparecen con nuevas canciones. Gary Olson sigue al frente como único superviviente de la banda que comenzó allá por 1996. Grupos paralelos en crecimiento, deserciones, fallecimientos, ...
Nos encontramos con un disco que, en cuanto a melodías, bebe de la mejor tradición de pop inglés de los 80', (The Smith), sin olvidarse de los 90 (The Divine Comedy), pero si nos fijamos en las guitarras, las influencias tienden al brillo y luminosidad de las bandas de la costa oeste años 60' 70' (Brian Wilson o Arthur Lee y sus proyectos primigenios). Claros ejemplos ya desde el comienzo del disco, con la radiante y soleada "This days from now", también con la pegadiza "Always on the telephone"
Buenos referentes que se plasman en canciones pop redondas y con personalidad propias, unas veces son los punteos de guitarra limpios los protagonistas ¡¡¡ habrán oído a Luna, la banda de Dave Wareham !!! otras los arreglos orquestados de cuerda o vientos, en muchas la voz grave de Gary Olson, ...
"I'm not mad enought" es otro ejemplo brillante, a pesar de que las comparaciones con Belle & Sebastian puedan parecer inevitables, la luminosidad de esta canción nos llega de forma menos directa, a través de un juego de tres minutos y medio entre guitarras que se esconden y aparecen entre una orquestación contenida. Ambos se baten en duelo final.
Pero hay más por descubrir en este disco que atrapa a cada escucha. "This old chase" se sale de la dinámica aludida, nos muestra el lado más áspero, una voz de "crooner" recitando a lo Lou Reed en contrapunto a las guitarras limpias y vientos dulzones. Básica y genial. En "Broken links" se adentra sin complejos en los sonidos del medio oeste, con unas trompetas que abren sendas transitadas por bandas como Calexico.
"Terry" o "Lord don't pass me by" nos recuerdan a Dustin Hoffman y John Voight en "Cowboy de medianoche" mientras suena "Everybodys is talking" de Harry Nilsson o a Robert Redford y Paul Newman en "Dos hombres y un destino" mientras es la canción de Burt Bacharach que da títulos a la película la que suena.
Un disco que rompe con la etiqueta de grupo "sixty" y que le sitúa como un valido defensor del pop atemporal con inlfluencias varias y bien asimiladas. Un disco excelente.
Nos encontramos con un disco que, en cuanto a melodías, bebe de la mejor tradición de pop inglés de los 80', (The Smith), sin olvidarse de los 90 (The Divine Comedy), pero si nos fijamos en las guitarras, las influencias tienden al brillo y luminosidad de las bandas de la costa oeste años 60' 70' (Brian Wilson o Arthur Lee y sus proyectos primigenios). Claros ejemplos ya desde el comienzo del disco, con la radiante y soleada "This days from now", también con la pegadiza "Always on the telephone"
Buenos referentes que se plasman en canciones pop redondas y con personalidad propias, unas veces son los punteos de guitarra limpios los protagonistas ¡¡¡ habrán oído a Luna, la banda de Dave Wareham !!! otras los arreglos orquestados de cuerda o vientos, en muchas la voz grave de Gary Olson, ...
"I'm not mad enought" es otro ejemplo brillante, a pesar de que las comparaciones con Belle & Sebastian puedan parecer inevitables, la luminosidad de esta canción nos llega de forma menos directa, a través de un juego de tres minutos y medio entre guitarras que se esconden y aparecen entre una orquestación contenida. Ambos se baten en duelo final.
Pero hay más por descubrir en este disco que atrapa a cada escucha. "This old chase" se sale de la dinámica aludida, nos muestra el lado más áspero, una voz de "crooner" recitando a lo Lou Reed en contrapunto a las guitarras limpias y vientos dulzones. Básica y genial. En "Broken links" se adentra sin complejos en los sonidos del medio oeste, con unas trompetas que abren sendas transitadas por bandas como Calexico.
"Terry" o "Lord don't pass me by" nos recuerdan a Dustin Hoffman y John Voight en "Cowboy de medianoche" mientras suena "Everybodys is talking" de Harry Nilsson o a Robert Redford y Paul Newman en "Dos hombres y un destino" mientras es la canción de Burt Bacharach que da títulos a la película la que suena.
Un disco que rompe con la etiqueta de grupo "sixty" y que le sitúa como un valido defensor del pop atemporal con inlfluencias varias y bien asimiladas. Un disco excelente.
02 mayo 2008
JASON ISBELL + Liam Gerner (23-4-08) El Sol - Madrid
Media entrada para ver al ex-Drive-by Turckers Jason Isbell, acompañado para la ocasión por los 400 Unit. una muy buena banda con un guitarrista de lujo, Browan Lollar, que sorprendió sobre todo al final del concierto, aunque sin quitar protagonismo al de Alabama. Presentó su disco del pasado año "Sirens of the ditch" y también su reciente mini-cd "Live at twist & south".
No fueron muchas las canciones que tocó de su disco de estreno en la escasa hora y cuarto de actuación: "Grown", "Try", "Chicago Promenade" o "The Magician", muy buenas estas dos últimas aunque se echo en falta la vitalizante "Shotgun Wedding", pero sorprendieron por su fuerza. Una energía que le falta al disco y que en directo fue intensa en los momentos más rockeros, pero también en los medios tiempos y distancias íntimas.
Además de sus nuevas canciones, entre versiones y otras firmadas por Isbell para los Truckers fue mostrando ásperos sonidos guitarra country y poderosos riffs de guitarra rockera suavizados por teclados colorista que se oyeron bastante bien y una voz cálida. Trépidante final con "Never gonna change" de los Truckers, precedida antes por una inesperada "Psyco Killer" de Talking Heads y una, no por menos previsible acertada, “It's all over now, baby blue” de Dylan.
Abrió el concierto el australiano Liam Gerner, que con su única acústica por aliada tuvo que bregar la difícil papeleta de llenar un espacio aun semivacio, algo que últimamente ya no sorprende y se esta haciendo habitual en esta ciudad "un hombre-una guitarra-un escenario"
No fueron muchas las canciones que tocó de su disco de estreno en la escasa hora y cuarto de actuación: "Grown", "Try", "Chicago Promenade" o "The Magician", muy buenas estas dos últimas aunque se echo en falta la vitalizante "Shotgun Wedding", pero sorprendieron por su fuerza. Una energía que le falta al disco y que en directo fue intensa en los momentos más rockeros, pero también en los medios tiempos y distancias íntimas.
Además de sus nuevas canciones, entre versiones y otras firmadas por Isbell para los Truckers fue mostrando ásperos sonidos guitarra country y poderosos riffs de guitarra rockera suavizados por teclados colorista que se oyeron bastante bien y una voz cálida. Trépidante final con "Never gonna change" de los Truckers, precedida antes por una inesperada "Psyco Killer" de Talking Heads y una, no por menos previsible acertada, “It's all over now, baby blue” de Dylan.
Abrió el concierto el australiano Liam Gerner, que con su única acústica por aliada tuvo que bregar la difícil papeleta de llenar un espacio aun semivacio, algo que últimamente ya no sorprende y se esta haciendo habitual en esta ciudad "un hombre-una guitarra-un escenario"
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