20 febrero 2024

THE FUZZTONES + Los Torontos (14-2-24) El Sol - Madrid. Publicado en la web Ruta 66

Foto: Robbie Ramone
A penas un año después de su anterior visita, Rudi Protudi regresó, al frente de sus eternos Fuzztones, a su feudo habitual. En su cuarta aparición en la sala de la calle Jardines, el septuagenario Glen Dalpis, que así se llama realmente el único miembro original de la banda, reafirmó su idilio garagero con la ciudad… y es que siguen atrayendo público de año en año: gente de provincias limítrofes u otros que tras criar hijos se rencontraban con la banda años después.
 
Foto: Robbie Ramone
Tocaron primero, con una actuación muy bailable, Los Torontos, quinteto barcelonés dirigido con desparpajo y simpatía por Agustí Burriel, que ofrecieron una arrolladora actuación de rock and roll fifty con mucho swing y destellos de pop ye-ye colorido, como sus brillantes y engalanados trajes verdes. Lo pasaron genial y lo transmitieron, sobre todo en un final con las dos caras de su single Torontontero como protagonista, la que le da título, versión de Manolo Escobar interpretado en tono Dick Dale junto a «Mi amor eres tu» la adaptación al castellano de «Yes, I’m loving you» de Big Al Downing.
 
Foto: Robbie Ramone

Entre sonidos de la selva y a modo de intro aparecieron The Fuzztones con el instrumental «Blues Theme» de Dave Allan & The Arrows, y su breve guiño al stoniano Paint it Black para, con la aparición de su líder, y harmónica en mano, lanzarse con un no muy reconocible 1-2-5 -de hecho hubo gente que la pidió en los bises- original  de The Haunted.
 
El quinteto enfiló una primera parte de concierto de infarto, enlazando casi sin pausa repertorio de los 80’: «Bad News Travels Fast», «In head», «Hurt on Hold» culminado por las celebradísimas «Third Time the Charge» con Rudi pasando el micro para hacer el estribillo al elenco femenino de las primeras filas….  y «Ward 81» en ambas con el teclado vintage de Nico Secondini como protagonista. Hasta el técnico de la sala José Lanot (un clásico de la Malasaña garagera ochentera: Sex Museum, Los Potros, Wonderboys…), seguía el ritmo sin parar desde las alturas. ¡En menos de media hora se habían pulido medio repertorio!
 
Foto: Robbie Ramone
A partir de ahí bajaron las revoluciones, pero no la intensidad y aunque a Rudi ‘Action’ Protrudi sigue estando en forma, tiró de tablas y entre canciones se mostró más hablador con el público, además de escenificar las necesarias dosis de rock and roll way of live a base de lingotazos de whisky directo de la botella… secundado por su contundente y entusiasta y baterista Marco Rivagli que no dudoó mientras el jefe apaciguaba el sudor en bajarse del escenario a ligotear entre el público y subirse en escultórica pose a la batería. 
 
El repertorio, se hizo más oscuro y con mayor desarrollo lisérgico e instrumental: «Romilar D», ya sí, con su “jamonera” guitarra Vox Phantom al hombro de Rudi, la misma que la del eficaz e impertérrito escudero Marcello Salis y con Pablo Rodas y su precioso bajo Rickenbaker martilleando duro… para ir acelerando: «Highway 69» hasta acabar de nuevo a ritmo cardíaco «Heathen Set» y quemar rueda en el bis con un alargado  «She’s Wicked» con el que hizo aullar como lobos al público, concluyendo con los envolventes y draculescos teclados del «Strychnine» de los Sonics y despedirse posando con las guitarras cruzadas como aparece en su logo.

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