03 febrero 2024

NUDOZURDO . Entrevista a Leo Mateos publicada en el nº 421 de la revista Ruta 66 (versión completa)

Cuando presentaste tu primer trabajo a tu nombre comentaste que eres un corredor de fondo un tanto solitario y que era cuestión de tiempo iniciar carrera como solista. ¿Qué ha cambiado para volver a Nudozurdo?
 
Cuando empecé el disco en solitario llevaba muchos años dentro de una banda y estaba un poco saturado de esa dinámica. Normalmente cambio el camino a seguir de un disco a otro. No me gusta repetir. Voy buscando sonidos nuevos. Contrapuesto al anterior. He tenido un poco de fobia a repetirme. Creo que ahora no tanto. Los discos en solitario los grabo (a excepción de la batería) yo sólo, pero cuando terminé el ultimo, acabé extenuado y me dije “nunca más” Empecé a valorar desde la distancia todo lo que habíamos construido y a volví a re-enamorarme del repertorio. En algún momento, antes de la despedida sentí la necesidad de darme un tiempo porque eran muchos años apretando fuerte con Nudozurdo y necesitaba poner mi cabeza a resguardo para volver a disfrutar.
 
Por Nudozurdo han pasado muchos músicos, pero aquí te acompañan los de tu anterior y solitario trabajo ¿En busca de un sonido determinado?
 
De los ensayos para preparar el disco en solitario se fue forjando un grupo muy sólido. Fue un proceso natural, de repente había muchas ganas por improvisar. Noté esas cosas que suceden en los principios de las bandas. Mucha chispa y un grupo humano (como siempre ha sido en Nudozurdo) muy bueno. Volvíamos al juego de las dos guitarras con muchas progresiones largas y disfrutonas. De todas formas son músicos con los que ya tenía una conexión con Nudozurdo en el pasado porque habían estado dentro de la banda como Jorge u Ojo.
 
¿Qué participación han tenido?
 
Su aportación ha sido muy importante. Cada uno con  su propia personalidad musical y su sonido. Creo que el nivel de compenetración y química que hemos conseguido es muy bueno. Cuando nos hemos puesto a levantar el disco llevábamos un par de años tocando y por supuesto, la mezcla de Paul Corkett. Entrar en su mundo acústico ha sido increíble. Es pasar por un filtro de mezclas muy especial. Sus discos parece que tienen un barniz muy característico. Me gusta mucho eso de él. Además, como persona es de  una modestia infinita. 
 
Los ritmos son a veces kraut y otras áridos y desnudos.
 
Si. Siempre me han gustado todas esas bandas alemanas y su capacidad para congelar un trozo de energía e ir administrando pequeños detalles que sirvan como combustible en miniatura. Es lo más parecido a una oración. Creo que tienen la capacidad de curar. Me siento muy a gusto ahí. Las bases rítmicas más desnudas obedecen a un equilibrio dentro del disco porque cada vez busco más la presencia de la voz y menos la necesidad de ceder al impulso del “horror vacui”. No las veo como bases áridas pero dado el ritmo febril y la inmediatez de la vida puede que se perciban así. Cada vez estamos poniendo el listón más bajo según nos acercamos al silencio. Creo que nos está pasando a todos. Con la voz tampoco quiero estar luchando siempre contra un muro de sonido. Cada vez disfruto más tocando canciones como “El diablo fue bueno conmigo” en directo.
 
No te has cortado con las guitarras ¿Lo pedían las canciones o te lo pedía el cuerpo. 
 
Ambas. Me lo sigue pidiendo el cuerpo aunque ahora también busco momentos sin tanto ruido. Tengo un repertorio variado de sonidos en la cabeza y sé más o menos lo que ando buscando en cada canción. Disfruto mucho con esa parte. Estaría todo el día probando efectos nuevos de guitarra. Tenía en mente un sonido abrasivo para el disco con muchos juegos entrelazados de guitarra aunque después de la mezcla y la progresión de las canciones ha ido variando. Me venía a la mente lo que hicimos en “Tara Motor Hembra” entre otras referencias. El hecho de contar con Juanma a la guitarra ha sido importante también. Nos compenetramos mucho a la hora de tocar. Tiene mucho sentido melódico y un sonido de guitarra muy visceral. Además me ayuda con las voces y que creo que eso en directo va a jugar un rol importante.
 
Clarividencia: capacidad de percibir con claridad, pero también intuir hechos ocultos. Como estas canciones: cristalinas unas, tenebrosas otras.
 
Siempre me ha gustado moverme en ese mundo. Aunque aborrezco en general el mundo esotérico o el mal uso que suele hacerse de él creo mucho en la magia de las cosas. En el misterio. Es de los pocos elementos en la vida que te pueden poner delante de un espejo y ayudar al cambio. La ambigüedad es un territorio fértil. Pero creo que el mundo se dirige cada vez más en la dirección opuesta. En la obviedad, en los números, en la precisión y en la perfección. Somos hijos de nuestro tiempo y eso es lo que nos trae la productividad por la productividad. El Capital no quiere saber nada del misterio. Hay mucha gente que no entiende por qué los músicos somos un poco raros o ausentes y no se dan cuenta de que, como un padre defiende a su hijo, nosotros estamos todo el rato intentando proteger nuestro pequeño tesoro. Nos podemos volver inaccesibles e irascibles si nos obligan a elegir otro camino.
 
Elvira/Santuario Salvaje y La Isla del Diablo sin alejarse del sonido Nudozurdo, se mueven por los terrenos si no flamencos, si del folclore del sur.
 
Con “Elvira” si, con “La isla del diablo” no tanto pero entiendo lo que dices. Desde hace un par de años me he sumergido en la historia del Flamenco y he empezado a escuchar todas esa voces fundadoras. Ha sido muy interesante. No sólo musicalmente. Las letras me interesan mucho. Tengo una libreta por ahí con frases apuntadas que ojeo de vez en cuando. Siempre puede salir algo interesante de ahí. Puede que algo de todo eso se haya quedado. Pero en "Ilumina tu cuerpo"del primer disco ya estaba. De hecho la llamábamos "La flamenca". 
 
No abandonas el lado experimental. Teclados en Angel Genetics y violonchelo en Cripto Mundi.
 
Los teclados son de Sam de “Los Intrusos”, un grupo improvisación con los que compartimos nave para ensayar y de las cuerdas se ha encargado Pablo Moreno que siempre nos ha hecho junto con su hermano Manu los arreglos de viola y Chelo en los discos. En general no quedaba mucho más espacio para meter arreglos  así que la idea era no recargar demasiado.

¿Qué reacciones has notado ante la reunión y gira?

 
La recepción está siendo increíble. Estamos en una nube. Ha sido una locura en redes. Nos ha quedado claro de que había muchas ganas de canciones nuevas y conciertos de Nudozurdo. Tenemos unos seguidores muy fieles. Se nota que hemos hecho mucho camino juntos y que el vínculo va más allá de lo musical. En el showcase de vuelta se palpaba una energía muy alta. Ahora estamos preparando el repertorio de las nuevas canciones. Creo que algunas van a funcionar muy bien en concierto porque se han construido con esa energía del directo. Van a ser conciertos largos. ¡Se nos van acumulando las canciones!

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