La pista de baile se proyecta más allá de los sonidos
imaginables con el segundo trabajo del quinteto londinense. En él, serpentean
sonidos híbridos en narcóticas atmósferas afrobeat, soul, y hip-hop, en los que
también caben ritmos latinos en forma de jazz o samba, «Victory
Dance» es una desbordante y colorista
explosión sonora que mira de cerca a la Fania, pero a lo largo del
disco, dominan ritmos densos de bajo bien marcado y batería sincopada que marcan
espacios muy definidnos de cadencia reggae y dub «Ego Killah». Tempos que
permiten lucirse a los instrumentos de viento: saxo y trompeta que brillan
tanto individualmente como cuando son ellos protagonistas. También el piano
aporta efervescentes momentos, cuando mira a Cuba «Smile» o cuando lo hace a
Harlem «Live strong». Voces como las del rapero
Kojei Radical «No Confussion» la soulera Emeli Sandé «Siesta» o la
ritmanblusera Nao, aportan -en su versión más clásica- conexión directa con los
agitados sonidos que propone la banda.
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