Si España es la segunda casa de la
banda como ha comentado recientemente Dave Gibbs, Madrid por afinidad -los
añorados sellos Imposible y Bitterwseet además del activo Munster editaron
material suyo décadas atrás-, sería el salón-comedor por el que se mueven
cómodos y confiados. Doble fecha por tanto, pues las entradas para el salón del
sábado se agotaron rápido, así que hubo que improvisar el comedor un miércoles,
que se llenó de un público que no quería perderse la despedida de sus héroes
juveniles, los que defendieron la
melodía pop en épocas dominadas por el sonido crudo y granuloso.
Noche pues de exaltación de las
guitarras afiladas pero cristalinas y luminosas, con el repertorio enfocado en
las canciones de Minor Chords and Major
Themes que para celebrar esta gira de despedida con a la formación
original, se ha editado en doble vinilo (con las demos) de venta solo en los
conciertos ¡que volaron del merchan! antes… y después de la amigable y
efervescente actuación que comenzó con «C’mon, C’mon» como efectivo y esperado
pistoletazo de salida, seguida de «Half a Change» con Phil Hurley en la voz.
Enseguida Dave cogió la acústica, que no soltaría hasta el tramo final y tras
una animosa visita al pasado «Where I
Find My Heaven» de 1993 cuando grabaron su única trabajo para una multi, apareció en BSO de Dos Tontos muy Tontos… engancharon una serie de canciones con las que emocionaron
gracias a sus harmonías vocales, coros y melodías de guitarra en tiempos lento
«For a Moment», «Every One Can Fly» o «You’d Better Get Yourself Together,
Bay», muy poco frecuentada en directo, con el teclado sonando de maravilla, al
igual que en «Everuthing Is Wrong».
Como cabía esperar sonó Girl For
Yesterday» la nachapopera adaptación al inglés de «La Chica De Ayer» que sonó
briosa y con nervio contenido hasta el
leve estallido de guitarras final, al igual que «Even Thought (The One Before
The Last)» ambas con prístinos y
centelleantes punteos eléctricos. Justo cuando el público ya necesitaba empezar
a mover el cuerpo, y no solo el cuello, Dave volvió a acompañar a Phil con la
eléctrica, para mirar de nuevo al pasado
lejano : «Mrs Washington» sonó épica y nuevaolera y con «Mr Tomorrow» y «The
Big Lie» llegó la exaltación del pop enérgico, alegre y armónico, duelo de
eléctrico a las seis cuerdas incluido, para finalizar noventa minutos de de
éxtasis pop reflejada en la cara del talludo personal, en un bis que primero
bajó de revoluciones con el «Serious Drug» de BMX Bandits y volverlas a subir
con la rockerizada «Super Ultra Wicked Mega Love». El idilio continúa… pero ya
en el recuerdo… cercano.
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