La
eterna banda de Glasgow, anunció gira de conciertos en teatros y auditorios de cara a la
presentación de su recientemente publicado Nothing
last forever (Merge). Según
señalaron previamente, la intención es romper con la rutina cambando de
espacios y ciudades. Atractiva idea en principio, acorde al momento vital en el
que se encuentra la banda, que no ha parado de girar y grabar discos desde hace
más de tres décadas.
Intenciones
que se desmoronaron desde el principio por el pésimo sonido que llegaba a las
filas altas del palco sobre todo la batería que parecía sonar más en un
pabellón deportivo que en un teatro y
que… lamentablemente, según comentarios posteriores, el problema era generalizado
en el patio de butacas y no solo en el “gallinero” ¡una autentica pena!
Problemas
de sonido que no facilitaban la atención, ni siquiera cuando muy pronto sonó el
primer clásico infalible ‘About you’, hubo más ¡cómo no! pero Norman Blake y
los suyos defendieron buena parte del disco protagonista de la noche, con mayor
o menor aceptación por parte de un público, no frío, pero tampoco entusiasta
como suele ser habitual en tantas otras visitas de la banda. De ellas las que
mejor encajaron en el repertorio fueron ‘Foreing Land’, ‘Back to the Light’ y
‘Falling into the sun’ canciones con las que demostraron ¡como pudieron! que no
han perdido esa capacidad para crear animadas cadencias que crecen en tensa
progresión y que tiene marcadas a fuego como distintivo propio… junto a sus
elegantes arreglos de teclado y matices de guitarras que esta noche se
perdieron por el elegante recinto.
A
partir de la segunda mitad de actuación, con el oído ya a la fuerza
acostumbrado a ecos y retumbes, y también a que fueron ‘cayendo’ reconocidas
melodías se fue animando el respetable, aunque tampoco ayudó el anclaje a la
butaca: ‘What you do to me ‘I don’t want a control of you’ y sobre ‘The concept’
antes de un bis de tres canciones poco amable, sin condescender a más exitazos
salvo el último, lo mejor de la noche ‘Everything flows’ rescatada de su
primera grabación A Catholic Educatioon (Paperhouse
1989) en la que se recrearon en el tiempo con sus instrumentos entre
distorsiones y ruido... si no puedes con él, únete a él. La banda cumplió como
siempre y el público quería, pero… no será para recordar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario