El líder de The Hold Steady presenta nuevo disco de su consolidado proyecto en solitario. Un conjunto de canciones compuestas en los primeros días de la pandemia con el de Minesota alejado de su pareja, enfermera y viendo algunos amigos caer. Su estado de ánimo ¡claro! queda reflejado en paisajes sonoro entre atmósferas atemporales y melancólicas de country alternativo y pop norteamericano no exentas de una contenida y sutil épica que flota en ambientes cercanos a las canciones que Patterson Hood y Mike Conley componen para Drive-by Truckers.
La animosa ‘The Amarillo kid’ es un ejemplo junto a ‘The year we fell behind’ donde se adentra además en los dominios de la emoción más sentida. Dos de los mejores momentos junto a ‘Birthdays’ con sus precisos, pero a la vez desbordantes arreglos de teclado, cuerda o saxo y la íntima historia de ‘Jasmine’
Sorprende además con antagónicos, pero en este disco complementarios y delicados ritmos electrónicos en canciones como ‘Curtis & Sephar’, ‘Never any orse’ o ‘This is What It Looks Like’ y sobre todo en los sensibles recitados de ‘Messing with the setting’ y ‘A break from the barrage’ en el que aparecen las voces de Cassandra Jenkins y Annie Nero que colaboran en varias canciones del disco como ya hicieran el pasado año en el último disco de estudio de The Hold Steady.
Un disco para saborear sin prisa y recrearse en las historias de los protagonistas de las canciones, personajes en diferentes momentos de su vida, especialmente los más complicados.
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