La
evolución comentada en esta misma web sobre Romance, el nuevo trabajo de los
irlandeses, quedó reflejada en la única actuación española de su gira europea,
que consiguió completar el afora del Palacio de Deportes en su formato pista y grada
de fondo, pues nada más comenzar con los acorde acústicos de “Jackie Down The Line”, y continuar con
“Television Mind” y “A Lucid Dream”, canciones anteriores a las del nuevo a
trabajo a presentar y que les está situando en niveles más elevados de
popularidad, mostraron que la algarabía ruidista y punk de su última actuación
en La Riviera hace dos años, no era lo que se iba a vivir esta noche en la que…
aunque hubo algún surfeo humano entre el público al final de la actuación, no
habría pogos salvajes como los de la anterior cita.
Canciones
antiguas que sonaron más templadas y maduras a las que siguieron “Roman
Holiday” y “Big Shot” de su anterior disco que ya anunciaban la evocación de la
banda y sonaron aquí como perfecta transición para las nuevas composiciones
que, curiosamente, no apreciaron hasta bien entrada la noche, y entre
significativos cortinajes blancos que iban subiendo y bajando. “Dead Kink” celebrada en su psicótica
cadencia, también “Here Is The Thing” que consiguió acelerar el movimiento de
cuellos tras un par de clásicos que se contagiaron de la cadencia de las nueva
canciones: “Big” algo menos, pero “A Hero’s Death” según sonó podría haber
formado parte del nuevo trabajo.
Tras
un atisbo de versión, apenas unos versos del “Tesoro” de Antonio Vega cantado
por Carlos O’Connell, intrascendente para el público y como mera anécdota sin
más, apareció “Bug” que devolvió el entusiasmo contenido al personal que se
dejó llevar, al igual que la banda, con otro clásico “Boys In The Better Land” y
la enérgica y luminosa “Favourite” que cierra en nuevo disco y que aparecieron
al rescate en el mejor momento, pues la banda se estaba metiendo en un callejón
sin salida con “Horseness In The Wathness” y “Nabokov” que… en este amplio
pabellón, no parecían las mejores opciones. Para el bis y cerrando el concierto se dejaron
el esperado “Starbuster” con su gutural voz, fingiendo el ahogamiento. Buen concierto que
les sitúa en su momento álgido, ganado público… satisfecho con lo visto y oído.
Medidos y equilibrados, aunque hayan perdido espontaneidad.
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