Brian
Fallon reúne de nuevo a su banda de juventud, aquella con la que entre 2007 y
2018 emocionó encontrando la perfecta unión ente las melodías del punk-rock y
del rithmanblues, o lo que es lo mismo, hacer coincidir en un vértice sonoro a
Bad Religion y Social Distorsión con Tom Petty y Bruce Sprinsteen.
La
historia ya es sabida Fallon, tras disolver la banda y transitar por un periodo
de madurez e introspección personal fruto de las vaivenes de la vida: ruptura
sentimental y adicciones varias, continuó grabando discos, ya en solitario, en los que se despojó del
enérgico bagaje de la citada banda, para transitar por las más personales sendas del rock desnudo, íntimo y
redentor… buenos discos también con los que demostró que por encima de géneros,
se impone el artista con mayúsculas.
En
este nuevo trabajo se puede apreciar un poco de todo lo comentado: engancha
directamente con las última etapa de la banda antes de su separación, pero
también hay mucho poso de la carrera solitaria del artista, pues dominan los
medios tiempos: “Positive Charge” o “The Weatherman” y lentos: “Michigan 1975”
o “Empire” Tanto en un caso como en otro, lo que siempre está ahí es la
radiante y nostálgica emoción y ese cruce de caminos se encuentran canciones
como la que pertinentemente da título al disco: “History Books”, junto a su vecino Springsteen o la
emocionante “Positive Charge”
Un
libro de historia que hace referencia tanto al mundo que rodea a Fallon como a
su personal tránsito por él, una metáfora de la vida de cambios, de lo que
suponen sus transformaciones individuales como reflejo de un artista siempre
honesto con lo que hace y que avanza sin miedo asumiendo lo que es y lo que
era… como el emotivo y a la vez enérgico estallido de “Spider Bites” o la guitarrera melodía que vuela cual himno rock “Little fires”.
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