Sobre Dylan se ha escrito mucho
en diferentes contextos. Complicado captar la atención sobre el tema, pero el
autor lo consigue centrando el foco en las muchas canciones grabadas por el
músico que no han sido compuestas por él. Abundantes aportaciones de otros
autores sobre todo en los primeros discos y en los 15 volúmenes The Bootleg
Series editados desde 1991. Conocidas muchas de ellas, pero no tanto la gran
mayoría de las que aparecen, por lo que
supone todo un descubrimiento y un buen motivo para recorrer la extensa
discografía del genio de Minnesota. o al menos parte de ella. Estructurado
cronológicamente no se queda en mero catálogo de canciones sino que sitúa en contexto político y social
los momentos en que se editaron los discos y las canciones. Imprescindible para
neófitos es el capítulo inicial, dedicado a las raíces de las que el artista se
empapó en su juventud, con las que el autor a la vez que traza las líneas que
configuran posteriormente la obra del artista ofrece una guía sobre los
orígenes de la música popular norteamericana, pues son muchísimas las versiones
que Dylan ha grabado de los pioneros del country-folk: Hank Williams o Woody
Guthrie como principales influencias, además de los primeros bluesman -Robert
Johnosn- tanto del Mississippi como de
Chicago.
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