Lo que comenzó hace quince años como proyecto paralelo de amigos
formado por Ricky Falkner, Xavi Molero y Ferrán Pontón, ha ido creciendo
según se han incorporado nuevos amigos: Charlie Bautista, Ricky Lavado y
Pablo Garrido, consolidándose regularmente en el tiempo a la vez que
las carreras individuales de cada uno de sus prolíficos miembros lo
hacían en bandas como Love of Lesbian, Standstill, Nudozurdo, Mi
Capitán… o apoyando instrumentalmente a solistas como Iván Ferreiro, The
New Raemon, Jero Romero, Xoel López…
En este quinto disco se afianzan… más bien se alzan como
superviviente (al igual que muestran en portada con la imagen del famoso
cuadro la ‘Balsa de la medusa’ de Gericault), con una notable colección
de canciones elegantes ejecutadas con precisión instrumental, sin
estridencias, con espacio para todos los instrumentos entre los que se
alza la aguardentosa voz de Ricky, que es curioso lo bien que encaja
además con las lírica de las letras de Ferrán. Un disco que da la
sensación que es ya principal prioridad en sus miembros, pues aunque sus
anteriores ediciones siempre han cuidado su sonido y composiciones, es
en éste en el que el resultado final parece más esmerado en estructuras y
arreglos.
Madurez en el mejor de los sentidos que se inicia con la nada fácil trascendente sobriedad de «La canción de todas las canciones» para a continuación crecer en enérgica cadencia con los ritmos y guitarras de «Todo lo que sangre» y «Aves de presa», decelerar para mecerse en la delicadez de «Ortigas en tu nombre», para sorprender evolucionando entre las experimentales arritmias de «Como si los pianos se afinaran solos» y mostrar su vena más bailable en forma de tropicalismo funk en «Sendero luminoso», además su lado íntimo «Ego me absolvo» y la emocionante canción que da título al disco.
o que comenzó hace
quince años como proyecto paralelo de amigos formado por Ricky Falkner,
Xavi Molero y Ferrán Pontón, ha ido creciendo según se han incorporado
nuevos amigos: Charlie Bautista, Ricky Lavado y Pablo Garrido,
consolidándose regularmente en el tiempo a la vez que las carreras
individuales de cada uno de sus prolíficos miembros lo hacían en bandas
como Love of Lesbian, Standstill, Nudozurdo, Mi Capitán… o apoyando
instrumentalmente a solistas como Iván Ferreiro, The New Raemon, Jero
Romero, Xoel López…
En este quinto disco se afianzan… más bien se alzan como superviviente
(al igual que muestran en portada con la imagen del famoso cuadro la
‘Balsa de la medusa’ de Gericault), con una notable colección de
canciones elegantes ejecutadas con precisión instrumental, sin
estridencias, con espacio para todos los instrumentos entre los que se
alza la aguardentosa voz de Ricky, que es curioso lo bien que encaja
además con las lírica de las letras de Ferrán. Un disco que da la
sensación que es ya principal prioridad en sus miembros, pues aunque sus
anteriores ediciones siempre han cuidado su sonido y composiciones, es
en éste en el que el resultado final parece más esmerado en estructuras y
arreglos.
Madurez en el mejor de los sentidos que se inicia con la nada fácil
trascendente sobriedad de «La canción de todas las canciones» para a
continuación crecer en enérgica cadencia con los ritmos y guitarras de
«Todo lo que sangre» y «Aves de presa», decelerar para mecerse en la
delicadez de «Ortigas en tu nombre», para sorprender evolucionando entre
las experimentales arritmias de «Como si los pianos se afinaran solos» y
mostrar su vena más bailable en forma de tropicalismo funk en «Sendero
luminoso», además su lado íntimo «Ego me absolvo» y la emocionante
canción que da título al disco....
Leer más en https://www.rockandrollarmy.com/magazine/2022/05/18/egon-soda-bellaurora-oso-polita-2022/ © https://www.rockandrollarmy.com/magazine
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quince años como proyecto paralelo de amigos formado por Ricky Falkner,
Xavi Molero y Ferrán Pontón, ha ido creciendo según se han incorporado
nuevos amigos: Charlie Bautista, Ricky Lavado y Pablo Garrido,
consolidándose regularmente en el tiempo a la vez que las carreras
individuales de cada uno de sus prolíficos miembros lo hacían en bandas
como Love of Lesbian, Standstill, Nudozurdo, Mi Capitán… o apoyando
instrumentalmente a solistas como Iván Ferreiro, The New Raemon, Jero
Romero, Xoel López…
En este quinto disco se afianzan… más bien se alzan como superviviente
(al igual que muestran en portada con la imagen del famoso cuadro la
‘Balsa de la medusa’ de Gericault), con una notable colección de
canciones elegantes ejecutadas con precisión instrumental, sin
estridencias, con espacio para todos los instrumentos entre los que se
alza la aguardentosa voz de Ricky, que es curioso lo bien que encaja
además con las lírica de las letras de Ferrán. Un disco que da la
sensación que es ya principal prioridad en sus miembros, pues aunque sus
anteriores ediciones siempre han cuidado su sonido y composiciones, es
en éste en el que el resultado final parece más esmerado en estructuras y
arreglos.
Madurez en el mejor de los sentidos que se inicia con la nada fácil
trascendente sobriedad de «La canción de todas las canciones» para a
continuación crecer en enérgica cadencia con los ritmos y guitarras de
«Todo lo que sangre» y «Aves de presa», decelerar para mecerse en la
delicadez de «Ortigas en tu nombre», para sorprender evolucionando entre
las experimentales arritmias de «Como si los pianos se afinaran solos» y
mostrar su vena más bailable en forma de tropicalismo funk en «Sendero
luminoso», además su lado íntimo «Ego me absolvo» y la emocionante
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