Nuevo disco de los de Getxo con el que se alejan de su habitual forma de
afrontar las grabaciones. Siempre celosos de su sonido, dejan la producción de
este disco por primera vez en manos ajenas... ¡ pero en que manos ! las
del prestigioso mago del sonido John Agnello y se alejan de sus
cotidianos lugares para afrontar el viaje a la Gran Manzana.
El resultado... un disco ecléctico y abierto, que no los aleja del todo de
la influencia del americana, pero que les proporciona un aire renovado en el
que teclados y saxos hacen saltar la chispa en canciones como las excitantes
"Fool's blues" y "Ez da txantxetan" en las que se recrean
los ambientes cabareteros (la primera) más circenses (la segunda) con aires de
swing e incluso de vieja "big band" envolviéndolo todo. "Body
and soul" es un estallido stoniano (en su versión mas festiva setentera)
que se va desparramando mientras transita por las sendas comentadas.
El disco comienza con su vena más country con "Protes", prólogo de
"Country of tambourine" aunque los incisos punteos de guitarra y un
teclado muy orgánico hacen que se desmarque a sonoridades menos evidentes. Los
títulos de ambas lo dicen todo con respecto a la realidad que nos rodea.
Los sonidos más acústicos aparecen en la languidez dulce de "Well"
la aspereza cruda de "Big affair", la placidez densa de
"Mistress game" con un slide para dejarse llevar y en la
oscuridad folky de "(ballad of) being wrong" con un violines
que le dan un curioso aire de taberna. Momentos de intensidad reforzados por
las distintas voces de Ager, Gaizka y Hannot que se reparten el protagonismo al
micro en las distintas canciones.
También hay omentos para la sorpresa como es el arrebato de blues duro y
desbocado que es "Burlitzen" sudor y densidad a lo Jon Spencer y su
Blues Explosion en disco que supone un paso importante para los vizcaínos que
sin hacer mucho ruido y un tanto al margen, se están haciendo una trayectoria
importante.
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