Tras las cuatro canciones aparecidas en su EP de presentación, firmado como #1, Litoral se muestran aquí con un nuevo conjunto de canciones de espíritu libre, sin ataduras estilísticas, instrumentales o idiomáticas. Partiendo de la canción mediterránea llega a diferentes destinos... pop, folk, psicodélica leve, experimentación breve...
"Micromanifest d'amor cubo-futurista", abre el disco con un repiqueteo de xilófono cual piano de juguete que, nos introduce una desbaratada orquesta de feria transitando por una especie de folk progresivo al que se van añadiendo diferentes instrumentos de viento y cuerda: trompetas, violines, ¿mandolinas? un delicioso delirio de sonidos claros con aires de juglar moderno.
A continuación, y con algunos de los ingredientes sonoros comentados, aunque más contenidos, aparece "Fane-toi en toi", adaptación en francés de "Fade into you" canción original de Mazzy Starr con laprofunda voz de Hope Sandoval. En la voz de la belga Guillaine Goose la íntima languidez de la canción describe trazos nostálgicos aunque luminosos. Guillaine aporta de nuevo su voz en francés a "La chanson du matin " la más sombría a la vez que hermosa canción del disco con sus arpegios de guitarra y acordeón, brota como una de esas historias de almas perdidas y aire mágico que encontramos en algunas canciones de Nacho Vegas o en The Decemberist en su disco "The Hazard of love". También canta Guillaine "Clementine", esta vez alternando francés y catalán y en clave opuesta al anterior, pop colorido y trepidante entre dispares vértices como pueden ser Gainsbourg, Comelade
Vuelven al catalán en el resto de canciones, en la voz de Iván Cuevas que junto a Pau Roca (La Habitación Roja) iniciaron este viaje mediterráneo. "Confesions de un metereolog no practicant" es donde el imaginario sonoro de Litoral se muestra en su gama más amplia: acústicas, xilófonos, coros, palmas... optimismo y vitalidad a raudales, precisamente en una letra que evoca el fin de un verano... y de una relación. "Instruccions per perdre un vol", se mueve entre un cabaret de la Belle Époque y un carnaval veneciano o entre Nino Rota y Tom Waits en su versión amable. "Una noia iun soldat", engarza con la canción popular al estilo Albert Pla, cantada como un cuento, y con unos arreglos de castañuelas atrevidos pero eficaces.
En "El rei del pollastre" se cuelan los aires medievales... en su versión bufonesca, solvente contradicción de violines, palmas y coros de aire tropical con guitarras crecientes que sorprendentemente... se mueven entre Serrar y Peret. "L'infern finés" nos trae en cambio un aire viciado, como el Mediterráneo barruntando una tormenta que no acaba de llegar. Una muy lograda canción que se mueve entre el "Sympathy for the devil " stoniano, la aridez de Howe Gelb etapa Giant Sand y fraseos de free jazz. Como epílogo, de nuevo la voz de Guillaine, en este caso a dúo con Iván en un breve pieza que da nombre al disco y que recuerda imágenes de tiempos mejores, algo así como el cuadro con la foto que parece al final de "El Resplandor" de Kubrick con un sonriente Jack Nicholson.
Una bocanada de aire mediterráneo, evocador en imágenes, y cotidiano al tiempo.... la charla con los amigos, a una buena mesa, las buena compañías, viajar sin prisa ni preocupación... el espíritu del Levante como lo entienden Ciudadano y Julio Bustamante en "Maderita" o Josh Rouse en su último disco con The Long Vacations. Cálido y heromoso.
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