Cuatro días e infinidad de bandas en un constante ir y venir de escenarios, tanto diurnos como nocturnos hacen casi imposible una crónica exhaustiva, sobre todo si se quiere seguir el ritmo del mediodía, con actuaciones meritorias que bien podían haber ocupados escenarios mayores por la noche. En todo caso aquí va una buena y amplia muestra de lo vivido en el mayor festival dedicado a la música independiente de nuestro país.
Para empezar, Eladio y los Seres Queridos, el de Vigo antes conocido con el ingenioso nombre de Elodio, desperezó la tarde con las canciones de su último disco "Están Ustedes Unidos". Buen momento para despedirse del sol con unas composiciones que se mueven entre atemporales medios tiempos y la melodía pop de guitarras como la destacable "El tiempo futuro". Letras curiosas entre la la ironía y el clasicismo fino como en la que da título al disco. Se despidió con un curioso "Forever young" de los ochenteros alemanes Alphaville.
Después ya de noche el escenario lo ocupó Coque Malla ante un público mayoritariamente arandino y familiar, era jornada de puertas abiertas y reinaba ambiente de fiesta con padres e hijos ajenos a la peregrinación masiva del fin de semana. No acabó de enganchar en madrileño en el primer tramo del concierto, donde mandó la acústica, tampoco ayudaron las pausas y comentarios entre canciones. Sólo al final después de la coreada "No hay manera" y con la eléctrica al hombro logró sacarnos del letargo con algunos riffs stonianos.
La Frontera en cambio, ante un público similar, si acertó a animar la noche, con un repertorio basado en los clásicos del western rock ochentero entre los que no faltaron "La ley de la horca", "Judas el Miserable", "Si el whisky no te arruina las mujeres lo harán"... alternando con su etapa pop más intrascendente aunque más conocida "El Limite" o " Juan Antonio Cortés". Finalizaron con el inevitable "Viva las Vegas " el clásico de Doc Pomus que popularizado por Elvis y los madrileños adaptaron al español veinte años atrás.
Triángulo de Amor Bizarro actuaron en este primer día atípico, y fueron la primera propuesta más acorde al Festival, con un publico de referencia y todo dispuesto para ser los triunfadores de la noche. No fue así... y es que una cosa es hacer ruido y y otra dominarlo... en los discos lo consiguen y eso es lo que les ha dado crédito, pero en directo si las guitarras no se distinguen de los teclados y sólo se oye batería y batería... no sirve tampoco meter un muro de sonido y dar caña y caña si no se escuchan los letras. Sólo cuando Isa cantaba todo tuvo sentido, consiguiendo emocionar con canciones como "El fantasma de la transición" o " De la monarquía a la criptocracia", Una pena pues fue poco para lo que pueden dar, eso sí... la masa encantada y como loca.
Para finalizar, vuelta al rock que resultó finalmente ser lo más efectivo de la noche con los veteranos Sex Museum. Su propuesta añeja de garaje y psicodelia rock con aderezos, a veces de hard rock e incluso otras de finki negoride, no es original como alguien cercano a mi me recordaba, pero ellos lo ejecutan de forma continua desde hace veinticinco años... y eso se nota. Los hermanos Pardo han conseguido a base de insistencia dotar de personalidad a la banda, Miguel con una voz cada vez con más registros y la guitarra Fernando adaptándose cada vez más al servicio de la canción. Si a eso le añadimos el teclado de Marta Ruiz y la sección rítmica, renovada pero ya consolidada con Javi Vacas al bajo y Loza en la batería, nos encontramos con una autentica banda de rock que en sonó potente y enérgica. No pasaron por alto el middley "Fight for your right (to party)" de Beaty Boys / "Smoke on the water" de Deep Purple y se alargaron cerrando en autentica fiesta el primer día de Festival.
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