Hittman se consolida en la escena alternativa norteamericana en su tercera película que aborda el espinoso tema del embarazo no deseado de una menor y las posibles opciones que se le presentan, seguir o no seguir con él… y cómo hacerlo en cualquiera de los casos.
Decisión más dura si cabe en el contexto de la actual situación USA de derechos de la mujeres en cuanto a reproducción, y en particular del pequeño pueblo en el que habitan dos adolescentes, sin expectativas más allá del instituto y la caja del supermercado de barrio.
Alejada de los tópicos y con notable valentía estética, aporta un tono crudo y realista, en el que los diálogos escasean ante la potencia de los planos fijos, los silencios y las miradas (tanto en los planos interiores de luz atenuada como en los exteriores de cielos plomizos) y en una narrativa muy próxima al documental que ahonda en el desamparo de las frágiles antihéroes.
Aun así nos encontramos escenas que además de emocionar ¡consiguen enternecer! Durante el viaje y estancia Nueva York los ruidos urbanos tanto de la superficie como de las entrañas de su red de transporte acompañan como banda sonora los ocultos pensamientos de las protagonistas, junto a las sutiles melodías de Julia Holter.
Muy convincente estreno como actrices de Sidney Flanigan y Talia Ryder y de Sharon Van Etten que además de un breve papel, aporta canción en los créditos «Staring at a Mountin» Una mirada crítica, austera y sensible hecha por mujeres para hombres y mujeres.
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