Tras año y medio de conciertos, Nacho Vegas puso punto final a la gira de su
pantagruélico disco doble "Violética". Despedida momentánea que indica
un fin de ciclo, al menos en cuanto los directos, pues la noche era especial también
para despedir a los músicos que le has estado acompañando. A Abrahan Boba, Edu
Baos, Luis Martínez y Cesar Verdú en la sombra se les hace complicado
compaginar su apoyo al asturiano con su cada vez más exigente actividad como
miembros de León Benavente, un proyecto que sigue y sigue creciendo.
Expectación máxima, con todo vendido desde meses antes y ambiente de fiesta
en los alrededores, con la afición apostando por la inclusión en el repertorio
de sus canciones favoritas entre camaradería empapada en cerveza... difícil acortas,
pues eran dieciocho grandes canciones del disco a presentar y otro gran puñado
de imprescindibles de entre su ya extensa discografía. Hubo mucho y de todo,
y... también faltó mucho, a cada uno de los allí presentes le falto la suya... lógicamente.
Con el escenario aún vacío, suena una melódica y una guitarra, la que
da cuerpo a "Actos inexplicables" el crepuscular western instrumental
que abre el primer y homónimo disco con el que Nacho se estrenara en solitario
hace ya casi veinte años, y que da paso a "El corazón helado" la
canción que abre el último "Violetica", canción que cedió
protagonismo al "Coru Antifascista al Altu la Lleva" de nuevo
presente en las grandes ocasiones.
A partir de ahí, se alternaron las ¡ no tan nuevas canciones ya ! con otras
más cercanas: "Ciudad vampira" ... o más lejanas "La plaza de la
Soledad" con las que recordar dos décadas de un impecable repertorio.
Canciones que la banda supo arropar magistralmente en concordancia a los
sonidos que el asturiano ha ido mostrando a lo largo de estos años: las
melodías folk autóctonas de "A les rexes de la cárcel" y foráneas de
"Que te vaya bien, Mis Carrusel" original de Townes Van Zandt y en
que Joseba Irazoki se lució al banjo, las melodías ralentizadas de
"Ser árbol", "La voz tomada" o "La pena o la
nada" que grabara con Bunbury, y las que estallan en tormenta de
"Nuevos planes, idénticas estrategias" o "Morir o matar".
Hubo momentos para el desenfreno con "La última atrocidad",
cantada a dúo con Cristina Martínez de El Columpio Asesino y abriendo el bis
con "Maldigo del alto cielo" original de Violeta Parra (inspiradora
de Violetica) que cantó con Christina Rosenvinge. También hubo momentos ¡ cómo
no ! para "Ideología", "Crímenes cantados" o "Como
hacer crack", canciones en las que Nacho... valiente, toma partido y
se expone a riesgo de ser acusado de panfletario.
Para terminar... no se olvidó de la esperada "La gran broma final"
y en los bises además de la comentada una pequeña sorpresa la muy coreada
"Dry Martini S.A" y la emblemática e indispensable "El hombre
que casi conoció a Michi Panero"... es hora de... recapitular... y
mirar atrás para seguir avanzando, mirando al frente.
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