Precedido por su banda, parte de su familia en realidad, apareció el ex líder
de The Only Ones con una decadente elegancia inspirada en tiempos pasados
y ¡ cómo no ! con las oscuras gafas de sol con las que los allí presentes
suponíamos nos miraba.
Sin pausas y concentrado comenzó con las canciones que venía a presentar
"How the west was won?" su regreso a la música tras más de veinte
años retirado totalmente. "Sweet endeavour", "Hard to say
no" y "Another story", medios tiempos tendentes al brío guitarreo
(la primera y la tercera) y a la oscuridad (la segunda), para continuar con
algunas de las canciones del repertorio de la banda con la que obtuvo cierto
reconocimiento en los 80' y alguna que otra novedad, promete nueva gira la
próxima primavera y ya tiene canciones para un nuevo disco.
Sube la intensidad con "Living in my head" una interpretación que
ganó en directo sonó densa y ruidista, sobre todo con el juego eléctrico entre
guitarra y viola. El espíritu de la Velvet se hacía presente, al igual que el
de Lou Reed en la canción que da título al disco otro de los momentos más íntimamente
celebrados o en "C Voyeurger".
A esas altura los roles ya estaban claros, Peter aferrado a los tres acordes
y su hijo Jamie llevando el peso melódico con afilados punteos y contrapuntos,
aportando además en la parte escénica desenfreno rockero, que el padre no está
para pegarse carreras a lo Jagger, (un pasado de drogas y excesos le pasado
factura física) mientras Peter Jr. con el bajo aportó, no solo ritmos sobrios,
sino brillantes líneas melódicas. Hay que añadir además las puntuales
apariciones de Jenny Maxwell con la viola eléctrica, el teclado y algunas voces
aportaron brillo, también en lo visual.
Con la emocionante y épica "Take my home" se cerró la primera
parte de la actuación, que continuó con dos bises extensos en los que destacó
"Something on my brain" y el esperadísimo éxito en su día de The Only
Ones "Another girl another planet" con Jamie haciendo diabluras de
nuevo y tras las cuales Peter más relajado, se soltó por fin a hablar... de
Barcelona, Madrid, el futbol y demás distracciones cotidianas, para acabar con
otro de los mejores momentos de su disco "Troika".
Salió una vez más ya sin la banda, para mostrarse al público en estado puro,
solo con su acústica para recuperar otro clásico de su repertorio de los 80'
"It's the true" y así fue... una actuación verdadera, que
mostró quién es y cómo es Peter en la actualidad, alejado del ruido mediático
y las falsas expectativas de éxito, experimentado, maduro, mejor... y aún con mucho
que ofrecer.
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