El maratón del primer día castiga el cuerpo, eso unido a los calamitosos
horarios nos impide ver a Tokio Sex Destruction, así que comenzamos en una
tarde algo menos dura que el anterior en cuanto a las temperaturas. Empezamos
con León Benavente reciente proyecto de músicos experimentados en otras
bandas que ofrecieron un sobrio concierto de rotundas canciones pop con
evasivos destellos ochenteros como: “Estado provisional" y sobre todo
"Ánimo valiente" todo un himno. Aires folkis en "El rey
Ricardo" y ramalazos de rock trepidante en "La palabra".
Final tremebundo con "Ser Brigada" oscura historia recitada a golpe
de ritmos crudos. Perfecto comienzo de jornada.
Con la incipiente penumbra comienza Jero Romero su actuación, el ex
Sunday Drivers se mostró algo autocomplaciente, rodeado en círculo con su banda
y un tanto monotemático, sólo al final se creció con unas guitarras un tanto progresivas
que nos hicieron despegar... El público se animó con "Cabeza de león"
y con la versión que hizo de "Adelante Bonaparte" de Standstill Los
canadienses
The Corner ya de noche congregaron a bastante gente, aun
cuando son poco conocidos por aquí (muchos se preguntaban quien eran), ofrecieron
un concierto de más a menos, encandilaron de inicio con un pop emotivo y
agradable, pero una vez saciada la curiosidad buena parte del público fue
desfilando... y es cierto que su cadencia pop al final se hizo monótona.
Comienzan las actuaciones multitudinarias con Travis, Fran Healy al frente
con una horrible visera presenta canciones nuevas, las que parecerán en
"Where you stand" tras cinco años de un parón que parecía definitivo.
"Moving", "Mother" o la que da nombre al disco. Suenan bien,
con esa dulce melancolía optimista marca de la casa... pero esperamos algo más,
que llega en el último tramo donde vence la épica con clásicos como
"Slide", "Sing", "Flowers on the Windows" o
"Turn" con las que el publico se vuelca definitivamente.
Nos desplazamos a la carpa para desperezarnos de la melancolía pop de
canadienses y escoceses y
disfrutar del punk -pop chicle ultracelereado
acelerado de Pantones, desenfrenado trío madrileño de guitarra, bajo y
batería con sección rítmica y voz femenina. Pusieron la carpa patas arriba con
sus veloces melodías, voces dobladas y coros en los que se reconocía el espíritu
de las bandas pop de chicas de los 60'. En las letras no faltaron los tópicos
freak a lo high school ni la cultura popular más kitsch. Sobresalieron "Tu
mayor fan" y "El día de tu cumpleaños" además de un arrollador
final con "Paco no me quiere" (adaptación de sus admiradas Spazzys) y
"Da doo ron ron" (versión de The Crystal). Tiempo para ver la parte
final del concierto de Delafé y las Flores Azules, los de Barcelona al igual
que hicieron en el pasado Festival
de los Sentidos no dieron tregua con su hip-pop arrollador, ritmos
repetidos, el ya clásico "esto no se para, esto n ose para" que hizo
las delicias de un público muy numerosos rendido a los pies del dúo.
La actuación más esperada era la de los granadinos Lori Meyers que
lograron abarrotar el escenario principal. Ante un público mayoritariamente
femenino... y no sólo en las primera filas, Noni se desenvolvió como una auténtica
estrella, sin excesos pero sabiendo embaucar con su interpretación a cerca de
10.000 personas que se cantaron todo. El repertorio... casi idéntico al del
pasado Low
Cost donde tampoco se olvidaron de clásicos de su primer disco como
"Tokio ya no nos quiere" o "Ham'a'cucko" y el cierre en
plan apoteósico con "Mi realidad", "Emborracharme" y "Alta
fidelidad” esta última en plan reivindicación social. Están ya en otra galaxia.
Volvemos a la carpa en busca de nuevas sorpresas y las encontramos con Perro
banda murciana que se presenta con una batería y una percusión muy
contundentes ¡ como un martillo ! un bajo repetitivo y machacón y sintetizadores
oscuros, ruidosos... pero nada estridentes. Presentaron una maqueta
"Singles brasileñas" disponible en libre descarga, que recopila todo
su material hasta grabado hasta el momentos. Ritmo y aceleración espasmódica
bien recibida a altas horas de la noche.
Nos quedamos con el regusto de la carpa par ver a los argentinos afincados
desde hace años en Bilbao Cápsula. Comenzaron con su vena más garajera
para continuar con una versión de sus admirados Bowie que realmente sonó fatal
y es que tuvieron muchísimos problemas durante la prueba de sonido, para a continuación
encajar mejor en la madrugada con su visión más progresiva oscura del rock. Se
plantaron en plan psicodelia "trance" con guitarras sucias y bajos
rotundos en plan salvaje par la canalla que cierra festivales.
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