En el mejor de los lugares, el patio de butacas de un vetusto teatro y en el mejor momento, un domingo noche tras la resaca de un fin de semana plagado de conciertos... llegó el sosiego. Se presentó en directo la conexión entre Tucson-Arizona (Howe Gelb) y Córdoba-Andalucía (Fernando Vacas) formalizada en el disco "Alegrías" que ambos han grabado junto a The Band of Gypsies encabezada por el sevillano universal Raimundo Amador.
Con el público más heterogeneo que se haya visto en tiempos, apareció Howe con su banda de gitanos. Todos sentados y con una trascendencia en los rostros que pronto desapareció, ya que el ambiente de relajación voló por el escenario, tanto en los músicos con un dominio aplastante de sus instrumentos, como en Gelb, cómodo en sus juegos malabares con la guitarra y arrepanchigado en su silla como si fuera un sofá, pero preciso y conciso con el sonido de sus cuerdas.
La actuación tuvo dos partes bien diferenciadas. En la primera más académica se presentaron las canciones de "Alegría", un disco de fusión de talentos más que de sonidos, ya que predominan composiciones basadas en el rock árido del Giant Sand, al que se añaden guitarras, percusiones y coros flamencos que en ciertos momentos tomaron la iniciativa con la guitarra de Howe en segundo plano. Así fueron sonando con un sonido nítido y a ldetalle "4 door maverick", "Uneven light of day", "The ballad of Lole y Manuel"...
En la segunda parte, Raimundo brilló con la eléctrica y los músicos comenzaron a intercambiarse instrumentos, dando lugar a la improvisación y las versiones sorprendentes como "Should I stay or should I go" de The Clash y una casi irreconocible "Raider of the storms" de The Doors. Otras versiones más previsibles pero no por ellos menos emocionantes fueron "El lago" de Triana y "Camaron" de Pata Negra.
Hubo espacio para todos, para el propio Gelb sólo con la guitarra, acompañado únicamente de un cacharrito de ruidos disonantes que funcionó mejor cuando todas las guitarras sonaban, que cuando lo hacía en solitario la de Howe.
También protagonismo para la banda con Lin Cortés que dejo su guitarra en dos ocasiones para pasarse al micro unas veces y a la percusión otras, lugar ocupado por Antonio Fernández Añil que en esos momentos se pasaba a la guitarra para acompañar al otro guitarrista Juan Fernández "Panki". Howe Gelb como maestro de ceremonias y Fernando Vacas como escudero atento, iban y venían del escenario confiados, mientras la banda con Raimundo al frente hacía de las suyas hasta el desenfreno eléctrico.
Dominio absoluto de Howe en las guitarras, de Raimundo que vamos a decir a estas alturas, y del resto... apabullantes en guitarras flamencas y percusiones. Todo con un sonido impecable y detallado, hasta el cajón se oía entre palmas, platos, ruidos sintetizados y guitarras en alza. ¡ Hasta un zapateado final se marco el Raimundo oigan !
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