11 febrero 2006

CLAP YOUR HANDS SAY YEAH - Clap your hands say yeah (Sinnamon Records)

Nos encontramos ante la última nueva banda coronada por la prensa alternativa para reinar en el inestable trono de la música popular. En esta especie de lucha de escenas (cada vez más efímeras), Nueva York releva a Canadá y toma de nuevo el cetro con esta banda que, aunque a caballo entre Brooklin y Philadelphia, parece será la encargada de situar de nuevo a la Gran Manzana como referente musical para este reciente 2006. 

Dejamos a parte los intentos ¡ casi mensuales ! de la prensa británica por colocar obsesivamente a sus bandas en posición dominante. "Franz Ferdinand", "Arctic Monkeys", ... ¿quién mañana? Viene esto al caso porque desde The Strokes hasta estos Clap your hand say yeah, ninguno de los afortunados a copar portadas y bendiciones, presentaban realmente algo personal, con talento, sorpresivo y creativo a la vez (para entrar en el Olimpo y disfrutarlo por tiempo o hasta el segundo disco ¡que menos!) y más importante que lo anterior, sobre todo en los tiempos que corren: suenan a perdurables y atemporales. 

Colateralidad musical aparte, en este estreno hay más cosas que las evidentes y excesivamente comentadas influencias de los "Talking Heads". La hay cierto, buena parte de los excelentes arreglos así lo indican y la voz de Alec Ousworth es similar a la de David Byrne pero hay mucho más donde rascar en unas canciones que se estructuran sobre todo en ritmos de bajo y batería sobrios en su papel, contundentes y progresivos, ¡ estructuras trotonas ! sobre las que cabalgan los múltitples punteos muchas veces minimalistas de sus guitarras y la amplia gama de sonidos de teclado. Alec Ousworth auténtica "cabeza pensante parlante" no cita influencias pero salen realmente en las canciones. 

Comienza el disco con la canción que da nombre a la banda, una presentación al más puro estilo Fassbinder en la "Ley del más fuerte" con música de circo que recuerda a la cabeza parlante de dicha escena. Le siguen "Let the cool godess rust away" una canción que es puro Velvet con unos arreglos fantásticos para una batería y bajo ascendentes y a la vez melódico este último, y "Over and over again" (lost and found) donde casi sin querer les sale la vena ochentera, al filo del techno oscuro, jugueteando entre punteos y teclados y las palabras al borde del desafine. 

Mediado el disco "Detalis of war" donde comienza evocando a los Belle & Sebastián más emotivos para derivar hacía el Bob Dylan eléctrico a medio tiempo de "Jokerman" para acabar con un desarrollo guitarrero que nos trae a la memoria los momentos más inspirados de Dave Warehan etapa "Luna". "The skin of my yellow country" en estos cinco minutos de canción queda reflejado lo que de verdad es la banda. Rayando la perfección. "Is this love?" es la más loca y dislocada de nuevo con juegos vocales y "Heavy Metal" es la más guitarrera con una cadencia cercana a "The Strokes" 

Al final del disco "In this home on ice" es la más convencional, pero aquí también se manejan y resuelven con un pop pegadizo y energético muy "indie" de los noventa (posible single muy resultón), "Gimmie sone salt" a caballo entre la descompresión inicial y el guitarreo y distorsión final, para acabar con "Upon this tidal wave of young blood" de nuevo la vitalidad en el desarrollo de guitarras en la onda pop británico de los ochenta tipo The Smith-Morrisey y Joy División. 

Que más decir, modernizan sus influencias y le dan un barniz de emoción personal, espectacular en algunos momentos. Hasta en la portada aciertan y nos dan pistas. Una pintura cercana a "La danza" del genial fauvista "Matisse" en mezcla con los imposibles planos y tridimensiones de M.C. Escher.

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