04 mayo 2025

A Complete Unknown. Un completo desconocido - JAMES MANGOLD (Searlight, Veritas, Shite Water, Inc, The Rage, The Picture). Publicado en la web Rock and Roll Army

Producción estadounidense dirigida por el cineasta de dicho país en el que se cuenta el periplo inicial del músico de Minnesota en el periodo que comienza en1962  con su llegada a Nueva York para comenzar carrera como cantante e intérprete además de visitar en el hospital a su gran referente Woody Guthrie y finaliza en 1965, ya famoso, con su actuación en el Festival de Newport de dicho año, en el que sorprendió abrazando la electricidad para alejarse del formato folk, al menos en su versión como tradicional cantautor o solista.
 
Ciento cuarenta minutos que e pasan  en un suspiro y en el que las canciones de Dylan son las principales protagonista sonando NO de forma incidental, sino interpretadas enteras y sin cortes por los actores citados que realizan sus papeles de forma creíble, convincente y notable, sobresaliendo como secundario Edward Norton encarnando al entrañable Pette Seger, o también Scott McNeiry en sus apariciones como Woody Guthrie o Norbert Leo Butz como el folklorista Alan Lomax. Letras de canciones que van dando forma al cuerpo de la película, pues en ellas Dylan refleja sus pensamientos en constante evolución que se ven reflejadas en la realidad de sus actos con respecto a sus parejas, el éxito, el contexto político y social, su propia música… o viceversa ¿Crean el artista las canciones o son éstas las que le crean a él?
 
El guion es sencillo, ágil y con buenos diálogos, cuenta lo que quiere contar, el periodo aludido y en la medida de lo posible, la personalidad del esquivo artista. Lo hace desde una posición de consenso pues Dylan siempre celoso de su pasado, nunca se ha mostrado transparente, por lo que los biógrafos y estudiosos de su vida y obra, ofrecen diferentes puntos de vista sobre su personalidad a veces atraído más por la mística que por la certeza sobre el bardo de Minesota.
 
Aunque la película está basada en el libro Dylan Goes Electric firmado por el guitarrista de folk Elijah Wald en 2015 no entra en cuestiones para la constatación de hechos o interpretación de los mismos, pues no se aborda como un documental, tomándose por tanto algunas licencias, como por ejemplo el famoso grito de Judas dirigido hacia Dylan que no se produjo en Newport en el 64 sino un año después en Manchester.
 
Licencias de guion aparte, aporta además una valiosa puesta en escena en el que tratamiento de la luz, espacios y ambientes favorecen la fluidez de la trama tanto en su contenido como en su forma y aunque pueda dividir… o no, a los muy dylaniano, no lo hará al resto de seguidores del artista y espectadores en general.

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