En el apenas minuto que dura “Trash” la canción que abre el disco,
se grita con desesperación y de de forma repetitiva "Todo es basura, todo es basura, estoy cansada"
en diferentes lenguas Maika Makovski (catalán), Rodrigo Cuevas (asturiano), Bala (gallego),
Ovidi
Zigarros y Monica Le Ra (castellano),
Waxy (inglés),
además de Koldo Soret y Úrsula Strong el dúo donostiarra firmante… sonando de seguido la canción que
le da título “Atea”, que juega con el doble significado de en euskera (la
puerta) y en castellano (persona que no cree o niega la existencia de un dios),
que tras escucha del conjunto de canciones podría interpretarse como un trabajo
abierto y al margen de ataduras… libre.
A partir y tras dejar, las cosas claras y bien definidas tras su
anterior trabajo, un acercamiento a los sonidos latinos experimentando a modo
de Niña Coyote eta Chico Tornado vs Don Condor eta Ñora Alacrán, regresan a su
orden natural: el rock crudo “Ez Dut”, psicodélico “Gure Gau” y punk “Killer”,
pero a todo a su manera, con los riffs de guitarras enfadados y vehementes y la
batería cimentando sin piedad cual hormigón para áspero argamasado de guitarras.
También se adentran en terrenos del primitivismo rockabilly emulando a los
Cramps más rocosos en “Gure Gau” y al stoner en “Oh Yucca” una de las tres
propuestas instrumentales, en el que suenan hasta los cuervos azuzados por el
viento del desierto…
...y hasta consiguen
hacer bailar con “Ezen Esan” glamuroso y muy sucio rock a lo T-Rex, pero todo a
alto voltaje que lo único que brilla a lo largo de este trabajo es la arena y
el polvo convertida en barro provocados por la
machacona tormenta instrumental de su básica pero turbulenta instrumentación.
Destacable además el alarde vocal al límite en su volumen, y la colaboración
del escritor y versolari Jon Maia en “Bidea Elurpean”… para finalizar con otro
instrumental a modo de epílogo: el festivo rugido rapero-metalero de “Basque
Panther Party”.
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