Un trabajo complicado pues no era fácil adaptar tan singular y escandalosa
apología del mal en sus múltiples caras, publicada en 1869 por el escritor
franco-uruguayo Isidore Ducasse, más conocido por su seudónimo de Conde de Leatrémont, que tanta influencia
tuvo en los surrealistas franceses.
Como
el habitual en esta cuidadosa editorial, el libro se complementa con un
didáctico prólogo que nos sitúa en la obra original si excederse en erudición y
que firma el profesor e investigador literario uruguayo Hebert Benítez
Pezzolano que junto con un sentido y entrañable epílogo sobre la obra del
historietista español por parte de su amigo Luis Alberto de Cuenca, hacen de
‘Los Cantos de Maldoror’ ilustrados por el dibujante madrileño un indispensable y atractivo reclamo
para acercarse a la obra de ambos.
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