24 febrero 2007

CÁPSULA - YA TE DIGO (10-2-07) Wurlitzer Ballroom - Madrid

Noche de guitarras en esta nueva sala con nombre de "jukebox" y de vocación rockera. El Wurlitzer Ballroon recoge el relevo del Morgensten malasañero para seguir con la tradición underground del barrio, aunque ahora trasladado unos metros, hacia una Gran Vía madrileña cada vez más atípica de"glamour" turístico y castizo.

Hasta allí llegaron Cápsula, trio liderado por los argentinos (aunque afincados en Bilbao) Martín (voz y guitarra) y Coni (bajo y voz) para presentar su tercer disco "Songs and Circuits" un disco de guitarras rockero-garajeras que suena energético y variado en sus diferentes registros.

En el pequeño escenario Martin mostró sus recursos como guitarrista, rozando el virtuosismo y con una amplia gama de efectos con los que conseguía adecuar las guitarras a cada canción, más hard rock en "Voices underground", más melodía pop con ruido en "Ain't coming home, o más riot punk en "A boy through airwaves", algo de psicodelia y también electrónica pregrabada aunque sin excesos, que lo importante aquí eran los "riffs".

En cuanto al ritmo casi más que la batería, marcaba el bajo de Coni, con líneas contundentes y machaconas, aunque también hubo momentos de estallido sónico, en las que sonó como una guitarra más.

Vitalistas y dinámicos, no dudaron en tirarse por los suelos y alardear con los instrumentos en pose de "rock star" de las de antes, consiguiendo divertir y hacer bailar aun cuando la crudeza y ruido de guitarras eran mayores. Al final versión destroy y castellanizada de "Cocaine" con Jorge Liliput con pandereta y a los coros ¡ tremendo !
Prepararon la actuación sobre un fondo de imágenes proyectadas para cada canción que desgraciadamente deslucido, los ángulos del escenario se hacían imposibles, una pena.

Después, más guitarras con los veteranos Ya te digo. Solvente banda de desafortunado nombre, del que últimamente no teníamos noticias y que siguen moviéndose por la senda de las distorsiones a los Sonic Youth y el rock setentero. Algo distantes y encorsetado al principio, fueron soltándose según avanzaba la actuación y trasmitieron algo más a un público que, en ambas actuaciones fue escaso.

Gracias a Marta Kronen por las fotos

17 febrero 2007

JOHN CALE (30-1-07) Heineken - Madrid

Segunda visita a Madrid (tercera si contamos el homenaje a Leonard Cohen que recorrió distintos lugares de la geografía española) en poco menos de un año del ex Velvet, que parece querer rivalizar con su antiguo compañero Lou Reed, ex de la misma banda, por volver a la actualidad y copar los escenarios cual nuevas bandas emergentes.

Presentó en esta ocasión "Circus live", un doble cd recopilatorio en el que repasa parte de su extensa carrera. Da la impresión de ser un punto y aparte con el que cerrar un largo ciclo de irregularidad discográfica sustenta en, como el mismo se encarga siempre de recordar, una constante evolución y cambio en su música. El galés parece situarse en una especie de constante insatisfacción por lo que, canciones a parte, en los sustancial no cambió con respecto a su última actuación. Alternó guitarras y teclados en busca de espacios para la experimentación, sonidos rocosos, atmósferas claustrofóbicas, acústicas amables o rock poderoso y directo.

Cuando parecía más cómodo en alguno de esos momentos cambiaba de tercio por lo que, se hacía a veces difícil seguirle en todas sus propuestas. Lo normal era perderte de vez en algún momento, sobre todo cuando en el escenario durante toda la actuación junto a Cale, una especie de Harvey Keitel eficaz resuelve problema "Pulp fiction" se encargaba de apuntar, linterna en mano, a cada osado que intentaba fotografiar al mito. Manías respetables sobre flashes y humos pero el exceso de celo interfirió en la actuación.

Gustos de unos, disgustos para otros. Me quedo con las convulsiones guitarreras más convencionales pero también con los experimentos distorsionantes de voces: cacofónicas, cavernonsas... y deguitarras y pregrabados: sincopados, minimalistas y machacones.

En cuanto a canciones abrió con una rotunda "Heartbreak hotel" de inevitable recuerdo a Tom Wait por el tratamiento de voz, fueron apareciendo clásicas reconocibles como "Helen of Troy", "Know me more than I more" o "The ballad of Calbe Hogue" y hubo momentos ¡ como no ! para recuperar a la Velvet Underground, en esta ocasión reducidos únicamente a "Venus in furs" interpretada casi al final.

Destacó además una irreconocible versión del "Walking the dog" rith&blues por antonomasia que sonó repetitiva, pétrea y genial. Sorprendió además comprobar que el público reconcocía y tarareaba canciones de su ultimo disco "Black Acetate" del que interpretó "Sold Motel", Hush", "Outta the bag" y "Perfect", y es que Cale, popularizando nuevos clásicos y tocando algunas canciones nuevas, parece estar dispuesto a entrar en la dinámica de la actualidad con un sonido moderno pero personal.

Reseñar la sobriedad de la banda (fundamental Michael Jerome en la batería) que no se salía del guión, parecía todo medido aunque hubiera amagos de improvisación, y en definitiva dos horas (¡¡¡ que tomen nota las nuevas estrellas de a hora y cuarto !!!) de concierto con enfoques múltiples sin mirar a la galería, con altibajos lógicos del que arriesga pero preferibles al acomodo nostálgico del que nunca echa mano el galés. En ningún momento.

09 febrero 2007

REDD KROSS + Neon (24-1-07) Joy Eslava - Madrid

Tremenda expectación para ver en Madrid, más de diez años después, a la banda de la cruz roja bastarda. Sin disco nuevo y con gran parte de seguidores fieles que comentaban haberles visto en el último Azkena, la partida parecía ganada de antemano. Llenazo pues, aunque con salas de aforo medio como esta, nos estamos acostumbrando a que así sea. El "sold out" pierde valor, más si cabe encontrándonos de nuevo las mismas caras, las mismas pandas... aunque al menos el interés es real, más de uno prefirió dejarse ver en los conciertos "promovidos" de La Movida.

Con horribles aunque esperados trajes en tonos pastel, se presentaron los hermanos McDonald con la banda de 1987 la que grabó Neurótica, el virtuoso guitarrista Mark Heckcer y el potente y divertido baterista Roy McDonald (ninguna filiación con los anteriores). El primero, todo un espectáculo visual (se montó casi un concierto paralelo) luchó contra los elemento pues únicamente en los solos de guitarra se le oía, siendo su guitarra, en gran parte del concierto, irreconocible en un muro de guitarras más dadas a lvolumen que a la claridad. El segundo, se mostró resolutivo, siendo junto a Steve, al bajo, fundamentales para dotar a las canciones de la intensidad necesaria, a pesar de que las guitarras seguían empeñadas en saturar cual apisonadoras "stoner"

El repertorio de canciones giró principalmente en torno al "Phaseshifter", su disco más "heavy", no faltaron "Lady in the front row" con la que empezó, ni "Huge wonder", "Crazy world" o "Jimmy's Fantasy", tras el subidón inicial de público y banda la actuación no acabó de enganchar del todo, a pesar de los esfuerzos de Jeff por tirar "pa lante" parecía algo forzado, tuvo que ser Marck Hecker el que hiciera de "frontman" con la ayuda de Steve. Incluso en las despedidas Jeff desaparecía rápido mientras los demás parecían querer quedarse a tocar alguna más. Rara sensación.

¿Los mejores momentos? cuando Hecker en plan friki hizo una especie de delirantes "middles" a lo Zeppelin y Zappa y al final, en los "bises" dos canciones por cada una (en una actuación total contando los parones de unos 70 minutos justitos) donde remotaron el vuelo. Fue aquí cuando sonaron menos homogéneos pero también con más naturalidad. Como un estallido de refriegeración sonó "Annie's gone" del "Third eye", disco infravalorado en su carrera y que, escasamente entró en el repertorio. Siguiendo la línea festiva interpretaron de Ze Malibu Kids (el proyecto familiar que en 2001 crearon los McDonalds al margen de Redd Kross) "Your bed" una versión de Cub un trio de chicas de Vancouver que entre 1992 y 1997 editaron seis discos de punk pop naif y melódico. Para finalizar "Follow the lider" de su último disco editado "Show World" del que tampoco sonaron muchas.

En definitiva, un concierto agridulce, bien pero sin cubrir la expectación que requería la ocasión. De aperitivo estuvieron Neon un trío australiano apadrinado por los McDonald que fueron de menos a más, abarcando distintos sonidos entre el power pop más guitarrero hasta el rock sucio con glamour tipo Foo Fighters. Bien, entretuvieron y bromearon con la espera, Ver a Redd Kross no es para tanto decía su bajista, nostros los vemos todas las noches. Nosotros no, de ahí la extraña sensación. Aunque a la salida en los mentideros de la calle Arenal, las opiniones eran diversas.

02 febrero 2007

DESTROYER - Destroyer's rubies (Acuarela )

Tras el directo e impactante nombre de Destroyer se esconde la figura de Daniel Bejar, canadiense de ascendencia andaluza más conocido por ser miembro de los famosos The New Pornographers. Con este personal proyecto de contradictorio nombre, disco a disco (ya van seis) se reafirma como un artista atípico que, desbordante de influencias, vuelca éstas en excepcionales e intemporales pasajes sonoros.

Canciones que se mueven entre el pop retorcido y elegante y el folk psicodélico y experimental. Entre medias miles de matices en guitarras, también en la voz, con una forma de cantar sin complejos, arrítmica y desbaratada. Un disco que se abre con "Rubies" diez minutos donde la épica y lírica se engarzan en contrapunto con guitarras sorpresivas y baterías respondonas. Le sigue "Your blood" donde confluyen las chispa de Ray Davis y la cadencia rítmica de Bob Dylan para continuar con "European oil" donde nos encontramos de nuevo con la influenica del genio de Duluth, esta vez en forma de trascendencia irónica.

Aparecen a continuación "Painter in your pocket" y "Looter folies" donde aparecen toques "glam" via Ziggy Stardust. Después un sorprendente "3000 flowers" donde podemos reconocer ruidos y ritmos grandilocuentes de pop machacón y minimalista a lo John Cale... y más que podemos encontrar hurgando en esta extensa caja de ruidos y sonidos.

Buen gusto a la hora de empaparse de influencias, que hace personales con un escenario que dota a todas las canciones de un aire entre cabaretero y teatral, donde unas veces más barroco, otras menos, juega con medidos arreglos de piano, vientos y coros. Se intuye irónico y con doble sentido de voz y guitarras. Kurt Weill en el ambiente.

Es éste un disco largo, para recrearse y cambiar de canción favorita que se cierra además con una vaporosa canción extra para la edición española, 23 minutos de espíritu velvetiano, curioso epílogo oscuro frente a los diferentes brillos afilados del disco.