En su cuarto disco, el trío de Milán sigue
transitando por las sendas del powerpop y new wave de manual. En preceptivas
diez canciones en torno a los tres minutos para completar una escasa media hora
en total y en formato guitarra, bajo y batería más ligeros arreglos de teclas,
lo suficiente para escuchar de un tirón y darle de nuevo al “play” unas cuantas
veces más.
Influencias clásicas, claras y bien aprendidas entre The Beat y
Plimsoul en la inicial «I Got
a Love» y Elvis Costello «Till the End of the
Night», aunque sin olvidarse de
las melodías sixties «Lose Control» y «Running Around» ni muchos menos del pop en sus diferentes formatos: elegante y
atemporal a lo Teenage Fanlcub «Walk Alone», enérgico y vitaminado a lo Weezer «No One to Blame» o fiestero y gamberro a lo Kurt Baker y Paul Collins que precisamente
aportan coros en «What is Life». Sin perder su vitalidad melódica hasta se marcan lo más parecido a un
ritmanblues «When I’m With You». Breve, vibrante y de contagio fácil.
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