Película
de inclasificable género que navega entre el documental biográfico con vocación
experimental y cierto aire mágico… o una autoficción de la propia directora y
guionista eue en esta su “opera prima” muestra una personalidad que no está exenta
de riesgo. Es
la historia de la familia de la directora que en una primera parte es contada
por un padre marinero y una madre a una hija, a través de las cartas que estos
se escriben y que funciona como prologo a la segunda parte en la que la
directora reflexiona sobre la muerte de su madre.
En primera persona y con voz
en off Catarina reflexiona sobre la
muerte de su madre y el vacio de su ausencia como punto de partida para
intentar entender el sentido de la vida… y de la muerte. En un tono lírico pero
profundo, en contraste con el lirismo de la primera parte, más evocador.
También
se tratan temas como el paso del tiempo, los recuerdos, la relación entre
los seres humanos y la naturaleza con
los pájaros como sutil elemento que convergen finalmente en el amor a las
madres… como símbolo del anhelo de libertad natural.
Una
elegía contada de forma sencilla y muy cercana, con recursos visuales muy
elegantes que recrean ambientes y sensaciones sugerentes filmada artesanalmente
lo que no contradice, más bien refuerza ese aire experimental que envuelve la
historia. Una
película distinta… indefinida que rompe con la narrativa habitual y atractiva precisamente
por eso pero, precisamente por eso también, no para todos los públicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario