El sábado con al tarde no tan luminosa como la del día anterior, comenzó
con la única propuesta no anglosajona del fin de semana. Chucho los de
Albacete desataron tormentas, propiciaron calmas, arañaron y acariciaran desde
las profundidades del alma de Fernando Alfaro, que lanzó ángeles y demonios
sonoros en bipolar comunión con los abollados personajes que protagonizan sus
canciones, y ¡cómo no! más pertinente que nunca sonó… ‘Piedras de Palestina’
Después…
regreso al mundo anglosajón Echobelly. Los
de Londres con la adictiva voz de
Sonya Madan ofrecieron una actuación más enérgica que pop, acelerada en sus
inicios y sin escatimar canciones, de hecho muchas de las más reconocibles sonaron
al principio, confiados en un repertorio, más allá de las canciones, que sonó
ágil y compacto además de equilibrado entre el rock desenfrenado y el pop
templado.
Una
de las actuaciones más esperadas, era a la vez la que mayores dudas generaba
era de de The Lemonheads. No se
hablaba nada bien de su paso previo por Madrid y Barcelona, y aquí, aunque no
fue un desastre, si que fue el concierto más irregular y apagado, sobre todo en
sonido, del fin de semana. Algún músico más en escena habría ayudado. En todo
caso Evan Dando se veía feliz y se
atrevió incluso con un apartado de canciones solo en el escenario, en el que se
esforzó por mantener una digna interpretación; y aunque le sobró un recurrente
teclado, aún logró destellos de brillo en algunas de sus imbatibles canciones.
La actuación
de Peter Hook & The Light fue la opción
ideal para poner punto y final a la noche y al fin de semana. El británico
asumió a la perfección su papel de
estrella como miembro fundador y compositor de algunos de los éxitos de los
míticos Joy Division y New Order. Aunque una lesión en el hombro le impidió
tocar las cuatro cuerdas, el carismático bajista junto a su muy solvente banda, consiguió revitalizar su sonido
post-punk, para demostrar que sigue vigente y que el genuino origen de un estilo,
que hoy en día sigue siendo referente, resiste voluminoso, y potente. “She’s Lost Control”, “Transmission”, “Disorder”
sonaron fastuosas… con la radiante sensación de estar escuchándolas por primera
vez ¿Qué más se puede pedir? Un cierre por todo lo alto. Colosal.
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