18 julio 2009

LOS CORONAS - El baile final... (Bittersweet Recordings)

Hace ya tiempo que Los Coronas dejaron de ser banda paralela de Sex Museum, pero por si había alguna duda, aquí llega este nuevo disco para demostrarnos que los instrumentales surf, no son una anécdota pasajera más bien lo contrario. Se puede evolucionar y hasta experimentar en éste género que... a los no iniciados pueda parecer limitado.

Fernando Pardo y David Krahe, los dos guitarristas de la banda que siguen desde los lejanos inicios, ya dejaron claro en "Los Coronas" (1995) y "Gen-U-Ine Sounds" (1996) su dominio del surf instrumental playero al más puro estilo Link Wray, Dick Dale o los Ventures. En "Caliente Caliente" (2004) tras unos años de parón discográfico que no de actuaciones (se hartaron a hacer giras), siguen con su sonido original, pero las guiitarras se aceleran (abrasivas a veces) y a la vez se añaden, en curioso contraste, nuevos horizontes sonoros: rockabilly, aires de western, sonidos hispanos...

Finalizados los prolegómenos volvamos de nuevo al presente "El baile final... que en contraportada tiene como subtítulo ... de los locos y los cuerdos" nos muestra a una banda que asume riesgos y que gracias a la experiencia y sobre todo actitud ¡ si ese concepto tan alegremente utilizado y por tanto desvirtuado ! fortalece su sonido con aires nuevos.

Nos encontramos aquí un disco en el que las trompetas ganan terreno a las guitarras (aun cuando estas sigan siendo las protagonistas no olvidemos que hablamos de instrumentales), de ahí que el disco rezume en su conjunto un evidente aire de banda sonora de película... ¡ del oeste claro ! en el que vivimos momentos frenéticos, de calma tensa, de reflexión melancólica... Atrás quedan las soleadas playas californianas, este disco nos acerca a las áridas arenas de los desiertos interiores, y traspasa las fronteros del sur con México presente, donde las guitarras cogen polvo pero no pierden su luminosidad.

"Big wave riders" o "Soul surfer" recuerdan a sus discos anteriores de surf más ortodoxo, demostrándonos una evolución que no reniega de sus orígenes. “Los rumbaleros” y “Rancho Leone” adoptan sonidos tradicionales hispanos, cambiamos el desierto por la sierra... Morena y los vaqueros por bandoleros donde el pasodoble taurino se muestro sin tapujos. Las dos versiones del disco nos muestran su amplitud de miras: "Libertwango” de Astor Piazolla y “Jinetes radioactivos” una mezcla entre “Ghost riders in the sky” de Stan Jones y “Radioactivity” de Kraftwerk. “Alamerde" es un anecdótico y divertido homenaje al Fernando Fernán Gómez más políticamente incorrecto. El disco termina con "Calle tesoro" un epílogo perfecto que transcurre el calma como la música de los créditos de una película.

Un disco que se saborea escuchándolo de un tirón para, al instante volverlo a empezar. Un disco para reivindicar además a una banda en constante lucha por encontrar su sonido propio dentro del género. Con este disco lo consiguen y nos dejan con un punto de curiosidad con respecto al futuro.

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