Todavía son muchos los que siguen lamentando la disolución de The Jayhawks, aunque sus antiguos miembros (Mark Olson y Gary Louris sobre todo) nos consuelan, ya sean en solitario o en proyectos colectivos, con una frenética actividad. Una banda sin problemas de repertorio, mas al contrario, todos aportaban composiciones propias, por lo que no se nos hace extraño, ver esta vez a su batería, Tim O'Reagan colgarse la guitarra al hombro y presentar su primer y reciente disco en solitario.
A pesar de que la noche no era propicia (día de fiesta y escaso público), el de Minneapolis se mostró a gusto en el escenario, sentado en una silla y con la acústica como instrumento único (sólo acompañado por otra acústica), no paró de charlar entre canción y canción (sobre la necesidad de tocar country y más country esa noche), entablando incluso alguna que otra conversación con el público, la luz tenue y la intimidad del ambiente invitaba ello.
Comenzó tocando canciones de su recientemente editado primer disco, de nombre homónimo, sonando estas más countries y desrtartaladas que en el disco, sin los arreglos ni los instrumentos habituales claro. De estas canciones sonaron muy bien "Black & Blue" y "River bend" que en el disco suenan más dylanianas pero en en el formato comentado sonaron más ásperas. Hacia la mitad del concierto. Justo en el momento preciso comenzó el repaso por el repertorio Jayhaws salpicado de algunas versiones como "Train leaves here this morning" de Gene Clark, más evidente que la sorprendente "Rain" de Marmalade. De las canciones de los halcones, composiciones propias como "Bottomless cup" y la muy aplaudida "Tampa to Tulsa" que tocó casi al final, y ajenas como "Pray for me".
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