
Canciones que se mueven entre el pop retorcido y elegante y el folk psicodélico y experimental. Entre medias miles de matices en guitarras, también en la voz, con una forma de cantar sin complejos, arrítmica y desbaratada. Un disco que se abre con "Rubies" diez minutos donde la épica y lírica se engarzan en contrapunto con guitarras sorpresivas y baterías respondonas. Le sigue "Your blood" donde confluyen las chispa de Ray Davis y la cadencia rítmica de Bob Dylan para continuar con "European oil" donde nos encontramos de nuevo con la influenica del genio de Duluth, esta vez en forma de trascendencia irónica.
Aparecen a continuación "Painter in your pocket" y "Looter folies" donde aparecen toques "glam" via Ziggy Stardust. Después un sorprendente "3000 flowers" donde podemos reconocer ruidos y ritmos grandilocuentes de pop machacón y minimalista a lo John Cale... y más que podemos encontrar hurgando en esta extensa caja de ruidos y sonidos.
Buen gusto a la hora de empaparse de influencias, que hace personales con un escenario que dota a todas las canciones de un aire entre cabaretero y teatral, donde unas veces más barroco, otras menos, juega con medidos arreglos de piano, vientos y coros. Se intuye irónico y con doble sentido de voz y guitarras. Kurt Weill en el ambiente.
Es éste un disco largo, para recrearse y cambiar de canción favorita que se cierra además con una vaporosa canción extra para la edición española, 23 minutos de espíritu velvetiano, curioso epílogo oscuro frente a los diferentes brillos afilados del disco.
2 comentarios:
Me gusta mucho tu blog. Me mantiene informada y alegre. Un abrazo, M.
Gracias M
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