Coproducción franco-belga que está generando controversia (no
está mal que se hable de cine de vez en cuando) con admiradores y detractores
casi a partes iguales entre el público, desnivelándose la balanza levemente
hacia el lado positivo entre la crítica.Se muestra aquí un drama romántico en
forma de thriller musical con fuerte carga de denuncia política y social. Lo
que puede parecer un pastiche de géneros funciona, aunque de forma irregular a
lo largo de las más o menos dos horas y media de película, pero hay un problema
de base… y para no destripar más allá de lo que la propia sinopsis ya cuenta,
mejor incluirla.
“Rita es una
abogada sobrecualificada e infravalorada que trabaja en un gran bufete. Un día
recibe una oferta inesperada: ayudar al peligroso y temido jefe de un cartel
mexicano a retirarse de su negocio y desaparecer para siempre convirtiéndose en
la mujer que él siempre ha soñado se”
Desde esta premisa es difícil montar una historia creíble por
verosímil, por lo que el lastre de inaudita incredulidad, pesa a lo largo de un
metraje que sin embargo, se hace no solo interesante, sino además entretenido
al exponer de forma valiente diferentes o incluso antagónicas temáticas de
actualidad imbricadas en una misma historia. El narcotráfico y la transexualidad,
también el feminismo, desde un enfoque insólito… aderezadas además con piezas
musicales que denuncian la endémica corrupción del territorio mexicano o
críticas menos incisivas o más indulgentes, con respecto al culto a la imagen
en forma de cirugía plástica.
No lo pone fácil su director, adopta riesgos, pero sale airoso
de los muchos momentos en los que se impone el formato culebrón melodramático,
la película de acción adolescente.
Fuerza demás la historia con una vuelta de tuerca convirtiendo a la
corporalmente transformada protagonista en una especie de madre correaje, de
nuevo… difícil de creer.
Como musical funcionan bien sus piezas en spoken-word o recitado,
aunque pierde peso según aveza la trama hacia el cine negro y sentimental con momentos
bipolares en los que las escenas llegan a provocar sonrojo por ridículas, para
al momento volver a enganchar con escenas valorables en el fondo y la forma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario