28 octubre 2022

THE AFGHAN WHIGS (22-10-22) Teato Barceló - Madrid. Publicado en la web Rock and Roll Army

Dieciocho años, seis meses y seis días después de su primera y única actuación en la desaparecida sala Revólver, Greg Dulli junto a John Curley como únicos supervivientes de la banda, regresaron a la capital. Ambiente de gala para recibir a Dully que apareció galante y elegante como siempre, aunque físicamente el tiempo no ha dejado bien parada su figura.
 
 
Comenzaron densos y oscuros con Jyja de su recién estrenado y valorable último disco ‘How do you burn?’ para a continuación, imprimir un empuje e intensidad hercúlea en ‘Ill make you see god’ y algunas de su discografía reciente. ‘Matamoros ‘ o ‘Light as a feather sonaron arrolladoras mientras Rick G Nelson se multiplicaba con solvencia entre la guitarra, el teclado y un violín que no acabada de oírse cuando las eléctricas sonaban más potentes. ‘Toy automatics’ reconfortó…  sobrecogedora  y épica, previa a la primera incursión en el repertorio clásico, que el de Cincinnati  anticipó tratando de recordar el año de su anterior visita y afirmando que si alguien estuvo allí recordaría lo siguiente.  
 
Lo siguiente fue del tirón  ‘Gentlemnan’, ‘What jail is like’ y ‘Fountain and fairfax’, esta última con ‘How do you love?’ de Bo Didley como intro. Momentos de éxtasis con las primeras filas en danza y las restantes alzando brazos. Dully, obsesivo con el sonido de monitores durante buena parte del concierto, afina su guitarra  y le sale más por casualidad que adrede, los acordes del Angie ‘stotniano’, que anticipa tiempo muerto con ‘Algiers’ emocionante y rítmica y ‘Something hot’ en la que subiendo de nuevo decibelios, se hizo patente la vena soulera de la banda... 
 
…pero la noche avanzaba por otros derroteros,  como demostró un tramo final de infarto con los músicos crecidos y con Christopher Thorn (Blind Melon) tomando algo más de protagonismo con las seis cuerdas. ‘John the Baptist’, ‘My enemy’ y ’Summer’s Kiss’ sonaron heroicas, para finalizar tras hora y media de actuación con la evasiva ‘Into the Floor y un guiño a The Smith con las primeras estrofas de ‘There Is A Light That Never Goes Out  a ritmo ultra lento y pausado con el que un mesiánico Dully presentó a la banda y se marchó
de forma crepuscular, dejando a los músicos rematar una faena que dejó más que satisfecho a los presentes. Hasta la próxima Dully ¡un figura…! ¿Habrá que esperar? 
 

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