La nueva película del director iraní es un
drama costumbrista con situaciones hilarantes aunque también desesperantes en
el que Rahim interpretado magníficamente por Amir Jadidi es el protagonista de
un enredo que comienza con una noble acción: la devolución de un bolso
encontrado con monedas de oro. Acción que esconde intereses personales ocultos
no políticamente correctos pero no del todo reprochables teniendo en cuenta la
situación en la que se encuentra el protagonista.
Una acción que no parece difícil de resolver, pero que se
enmaraña y crece cual bola de nieve en busca de un desenlace satisfactorio que
no llega, entre medias verdades o mentiras a medias con las que sortear el
esclerótico sistema burocrático e
institucional iraní que vuelve a ser blanco de las críticas de Farhadi… de
forma explícita, aunque no sea este el objetivo principal de la cinta.
El director iraní maneja además muy bien los estados
anímicos de unos personajes creíbles que tiene que adoptar improvisadas
decisiones en el límite entre lo que aparece apropiado o lo que no. Decisiones
con las que el espectador consigue empatizar ya sea para desenmascarar o para ocultar
algunos de sus actos, pues todos ellos están muy bien planteados como dilema
ético personal obligando por tanto al mismo (al espectador) a ser cómplice en
la búsqueda de una solución satisfactoria
Un guión brillante que mantiene la intriga y la tensión
psicológica gracias a una narrativa visual cercana al neorrealismo italiano y a
una narrativa oral próxima al cine social británico. Buenas imágenes y mejores
diálogos en el contexto de un laberíntico entramado de vínculos emocionales
encarnados por unos secundarios (la familia del Rahim el protagonista)
retratados de forma verídica en situaciones a veces tragicómicas.
Es además una historia que refleja las actuales
contradicciones del Irán contemporáneo en el que conceptos como el perdón, la
libertad o el honor siguen ligados a la tradición cultural en relación a una estructura
administrativa y social concretada en la institución judicial y penitenciaria.
Sin olvidar la situación de la mujer.
Un reflejo del Irán contemporáneo en como en películas que
ya han protagonizado esta sección como ‘Yalda, la noche del perdón’ de Massoud
Bakhshi con la que comparte dilema ético aunque con diferencias estéticas, ‘La
vida de los demás de Mohammad Rasoulof con la que comparte la cara oculta pero
cotidiana del régimen político iraní o ‘Hijos del sol’ de Majid Majidi
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