Sonidos añejo y a la vez contemporáneo, los que muestran en su cuarto
disco homónimo del trío angelino encabezado por la escritora y artista Shana
Cleveland. Con un oído puesto en la Velvet Underground del primer disco… el del plátano con Nico
¡como no!’ y otro en el twee pop de bandas como Talulah Gosht o sellos de
referencia en los 90’ como el británico Sarah Records, se mueven con desparpajo
entre el sugestivo susurro y la melodía magnética.
Se recrean
en melodías corales en baja fidelidad que, junto a la delicada voz de su
cantante, la propia Shana que se encarga además de la guitarra, emergen de un
entramado entre el pop yeyé, psicodelia ligera, chanson francesa o incluso techno
amable entre atmosferas dream-pop: ‘Goodby ghost’ o suave psicodelia progresiva:
‘In the country’.
Aires entre futurista y exótico con el mellotrón y el sitar
como protagonistas: ‘The Pines’e incluso clásico doo woop: ‘Metal man’ En el
sentido más amplio del término… toda una delicia pop.
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