12 diciembre 2014

PERE UBU (29-11-14) El Sol - Madrid

Desde 1974 lleva la banda de Cleveland experimentando al margen de las diferentes escenas a las que han ido sobreviviendo: post-punk, new wave, art-rock, industrial... dejan atrás etiquetas y queman etapas con una rapidez nada habitual. Marcan su propio camino avanzan sin mirar atrás, en constante búsqueda. Se hace incluso difícil seguirles la pista... por la cantidad de discos editados y sobre todo ¡ porque no se dejan ver apenas por Europa ! así que esta gira por nuestro país se convierte en una cita ineludible, de asistencia obligatoria.

Los primeros veinte minutos largos de actuación corresponden a "The Pere Ubu moon unit" una de las diferentes series de improvisación en las que actualmente trabajan. Dave Thomas único miembro original de la banda ejerce de maestro de ceremonias soltándose un auténtico spoken word, sentado frente a un atril mientras los instrumentos que por igual protagonizan la actuación: clarinete, sintetizadores, theremin y guitarras improvisan fraseos que evocan a Zappa y Beefheart. Free rock de resultados dispares, con momentos para el embelesamiento pero también para la desconexión.

Tras otros treinta excesivos minutos de descanso empieza de nuevo la actuación. "Come home" suena apabullante, con la batería marcando ritmos rotundos sobre guitarras granulosas. Al frente la agudísima voz parece querer sobreponerse al ruido... y lo consigue. Esa será la dinámica general con predominio de los sonidos sincopados en algunos momentos o de los progresivos en otros. Eso sí con la batería como incesante motor de arranque al desenfreno. 

Sus dos últimos discos "Carnival of soul" y "Lady from Shangai" forman el grueso de la actuación salpicados con canciones dispersas de su extensísima discografía. No miran atrás ni se permiten concesiones. Nada de discos imprescindibles aunque lejanos en el tiempo como el inicial "Modern dance" o de los singles previos recopilados posteriormente en "Terminal tower".

Entre canciones un elocuente Thomas se muestra dicharachero e irónico. Se levanta de las silla desde la que recita, canta, grita... hace voces con el auricular de un teléfono viejo, bebe vino, se vuelve a sentar... su aspecto es la antítesis del frontman: obeso, con barba desaliñada y calva oculta bajo un sombrero, envejecido... aún así se muestra carismático  y realiza su particular show para ondear ante el público el calcetín blanco que recién se ha quitado. 

Arropado por una banda en la que destacan la batería y el clarinete, Thomas campa a sus anchas y parece pasarlo bien. Delirios tempestuosos y calmas se intercalan al ritmo de la voz que para finalzar.nos da un respiro "Irene" y una improvisación bautizada allí mismo como "Buy more merchandising now". Un concierto personalísimo y totalmente diferente a la uniformidad habitual. De otro tiempo y no hablamos del pasado.

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