La propuesta de los islandeses requiere una condiciones de silencio y atención que no se dieron, pues había de todo entre las multitud: fieles respetuosos predispuestos a la trascendencia, curiosos respetuosos interesados en descubrir otros mundos, curiosos irrespetuosos esperando otras propuestas y sentenciando en voz alta...
Esto ocurría en el recinto, pero en escena, las diez personas bajo la batuta Jonsi, se concentraban en lo suyo, tratar de hacer volar las emociones y remover los sentidos de quien estuviera dispuestos. La puesta en escena ayudó, con proyecciones, luces atenuadas, sombras, tinieblas... a recrear atmósferas serenas principalmente, aunque también algunas tormentas.
La guitarra tocada con arco de violín se sitúo al frente de una sutil orfebrería instrumental en melodías que iban poco a poco despegando, casi parece que preparándonos hasta crecer hacia la mitad del concierto cuando sonaron seguidas y trepidantes de emoción en las que la voz en falsete de Jonsi luce hasta el infinito:"Saeglópur", Hoppípolla" y "Með blóðnasir" las canciones de su disco del año 2005 el imprescindible "Takk", un disco que hay que escuchar al margen de géneros y etiqueta.
Después de la catarsis, momentos más difíciles, que no menores, pero si más valiosos para los seguidores auténticos, hasta llegar al final donde la épica trascendental se desató con "Popplagið" Apenas tocaron canciones de su último disco "Valtari", solo una canción "Varúð", en un recorrido de hora y media por su discografía que dejó al respetable con ganas de más y que se convirtió para muchos en epílogo perfecto a un día de conciertos... aunque quedaban aun bastantes actuaciones, tras disfrutar de los islandeses se hacia complicado...



