12 marzo 2011

JOSE IGNACIO LAPIDO - De sombras y sueños (Pentatonia Records)

El ex 091 presenta su sexto disco desde que firma en solitario, y como en el es habitual, lo hace sin hacer mucho ruido. A pesar de superar la decena de años componiendo canciones redondas, persevera, ajeno a la escasa atención y repercusión que generan sus discos... y es que seguidores con buen gusto siguen quedando asi que...

El granadino se mueve de nuevo por territorios ya explorados en sus anteriores discos, rock de guitarras arrebatadas, rithm & blues más o menos acelerados, blues descarriados... pero siempre aparecen detalles nuevos y sobre todo consolida su sonido con una banda muy compacta. Si a ello añadimos que además mantiene el nivel de letras intacto, las letras funcionan sin acompañamiento musical y si no hagan la prueba de leerlas sin escucharlas en el precioso digipack que envuelve el disco, pura poesía donde la esperanza y desesperanza luchan y con el nada imparcial optimismo como arbitro.

Por todo ello, lo que para muchas bandas es repetir caminos trillados, en Lapido es seguir haciendo camino, apostando por unas canciones valientes muy personales dentro de un contexto adverso, y es que el rock y el rithm & blues contemporáneo cantado en castellano no tiene muchos seguidores en este país.

No faltan en sus discos y menos en este "De sombras y sueños" un buen puñados de canciones que dejan huella "Sueños que dejamos ir" es la primera que te atrapa, un estallido de rock guitarrero con un arreglos de teclado muy precisos. Realmente en todo el disco los teclados están muy ajustados a las melodías de voz de Lapido que a su vez muestra una versatilidad mayor. "Lo creas o no" y "Algo falla" siguen la senda del trallazo eléctrico.

Pero donde realmente sorprende es en esas canciones que se mueven entre el rithm & blues a medio tiempo. La dulce melancolía, la épica cotidiana y la oda al fracaso aparecen el "El más allá" que abre el disco y "En medio de ningún lado". La primera con unos arreglos de teclado y coros que recuerdan al Dylan de "At Budokan", en la segunda los mismos arreglos nos evocan al "Strawerry fields for ever" beatleliano. También "Cansado" evoca el espíritu de los de Liverpool.

"Antes de morir de pena" con un toque de arrabal decadente y canalla o "La hora de los lamentos" que avanza a ritmo de blues perezoso son también canciones que evocan paraísos o infiernos más o menos cercanos. Realmente todo el disco ofrece ese aire que tan bien queda reflejado en el título del disco y en la portada, el sueño de un niño abatido sobre sus libros y sobre el que quedan suspendidos objetos imaginarios. "El sueño de la razón produce monstruos" de Goya sobrevuela.

Citamos las colaboraciones de renombre que salpican el disco: Eva Amaral, Juan Aguirre, Miguel Ríos, Quique González y Quini Almendros, pero aquí, el verdadero protagonista son las solidas y atemporales canciones y su autor: Jose Iganico Lapido.

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