Expectativa ante el décimo primer disco (contando el de rarezas) de Antonio Luque. Tercero desde el año 2003, punto de inflexión a partir del que el sevillano abandona el críptico y largo (desde sus inicios en 1993) ensimismamiento, para probar sendas pop más accesibles.
"El fuego amigo" y "El mundo según" se muestran resplandecientes, tanto en sonido como en letras. Guitarrero y explosivo el primero, más claro y nítido aun en guitarras el segundo.
Las canciones ya no se crean en torno a una frase bonita o una estrofa genial, sino que se estructuran en torno a una historia, aunque ¡como no! el personal mundo chinarro sigue planeando estable a base de inteligentes tergiversaciones y dobles sentidos, despistes y contrasentidos y giros lingüísticos imposibles.
En "Ronroneando" sigue por esta línea, aunque con matices. Sin desandar lo andado, parece tirar por la vía de en medio. Comienza con las pegadizas e instantáneas "Los Ángeles", "Tímidos" y "Los amores reñidos", a la que habría que añadir "La resistencia" canciones accesibles y de efecto rápido (entran a la primera escucha). Reflejan el actual momento de su impasible inventor, a base de baterías sordas y zumbonas, guitarras trotonas salpicadas de punteos punzantes, líneas de bajo en ascenso y una voz cada vez más clara y adaptada a las melodías. Acertadísimas, sobre todo la segunda, con su alegre melancolía y la tercera, con sus sensaciones cambiantes.
Pero el disco se desliza repentinamente por territorios menos claros, así "El gran poder", oculto en el esplendor de los temas anteriores, después de varias escuchas se refuerza hasta convertirse en una de las más logradas. También "San Antonio" en clave de inesperada bossa-nova popular.
Además ahonda en terrenos ya explorados anteriormente pero que en este disco toman mayor protagonismo. No exento de riesgo Luque profundiza en las tonadillas folclóricas, las da la vuelta y las hace propias, seguramente influido por su amigo J de los Planetas y su excelente proyecto: Grupo de Espertos Solynieve. El espíritu popular del sur se hace "claro y meridiano" en J, pero en el chinarro, poco amigo de líneas rectas, ese espíritu se muestra complejo e imperceptible a veces. "A mano", "El alfabeto morse" son un ejemplo, que se ofrece de forma mucho más explícita en "El teórico" una auténtica canción de tuna. Pueden parecer intrascendentes... o la venganza del sevillano cansado de tanta alabanza de crítica y público a su dulce abrazo con el pop.
Quizás está nueva entrega nos llega muy pronto, desde que se ha profesionalizado, los discos y las giras son más habituales (ha pasado de un extremo a otro, de artista de culto a mayoritario del "indie") y los ecos de su anterior entrega son aun recientes. Pudiera parecer un disco de trámite pero... estamos ante otro gran disco... a su manera. Genio y figura.
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