Cada vez son más las bandas que desde "La Gran Manzana" se empeñan en desmontar la imagen de la ciudad de los rascacielos como icono de experimentación y vanguardia artística. En lo musical, los últimos años, nos traen cada vez más ejemplos de: anti folk, post country, folk art, neo country... términos con las cuales se intentan guardar distancias y diferenciarse del otro ya habitual termino: "americana" con el que, la América profunda y olvidada parece que, por una vez es referente y guía musical de cara al exterior. Debate estéril.
Lo que encontramos en O'death, es un quinteto de folk del siglo XXI, ¡ más etiquetas ! ruidoso, descarado y bastante arrogante, que bebe del tanto del hillbilly (el country en sus inicios), del blues y del rock, como de influencias de folk europeo (francés e irlandés). También del punk y de la experimentación si es que ambos pueden convivir. De ello surge una mezcla de sonidos provocador, agreste y salvaje. Los violines, banjos y trombones se desbocan a veces hasta el chirrido, siendo además muchas veces protagonistas de la canción, justo cuando la voz fuerte y desgarrada de su cantante Greg Jamie nos da un descanso.
Desde el principio este "Head Home" no da respiro, se abre con "Down to rest" que nos recuerda al Tom Waits más teatral, aunque en vez de piano suenan violines sobre pesados trombones circenses. "O Lee O" recuerda al principio a Suzie Q , pero deriva en un medio tiempo a lo Waterboys para estallar finalmente en un brutal duelo a tres (voz, batería y violín). En momentos puntuales también encontramos rasgos de Dirty Three o Jeffry Lewis.
Oyendo el disco, se aparecen algunas imágenes del mejor cine. "Allie Mae Reynolds" recuerda a la escena en que el preso Kirk Douglas desafiando al alcaide Henry Fonda, desata el motín carcelario en el comedor de la carcel en la genial "El día de los tramposos" de Joseph L. Mankievick. "Rickety fence teeth" y "All the world" seguidas, recuerda a Geoge Cloney, John Turturro y Tim Blake Nelson, en el momento de soltarse las cadenas de una cuerda de presos, para salir corriendo por en estampida por la pradera en "O'brother", de los hermanos Coen.
Sólo el final del disco nos da una tregua "Jesus look down" se mueve por el rithm&blues "stoniano" en su versión más apacible, "Nathaniel" es un extraño episodio de soul destartalado, de sonido crudo, es casi un gospel y cierra el disco "Gas can now", una canción de confraternidad tabernaria, de esas de encontrar amigos nuevos al cierre de los bares, ¡ con percusión de vasos y todo !
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