La
irlandesa aparece majestuosa, cual diva bajo una escenografía mágica, de acorde
con la noche que sucede a una calurosa tarde, y que da tregua en el ajardinado
y adecuado recinto. Sobria y trascendente, de negro entre trasparencias y
vuelos, en un escenario iluminando en tonos cálidos y oscuros, embauca de
inicio con un repertorio íntimo dominado por el soul y algo de blues, para por
fin presentar las canciones de su último disco “11 Past The Hour”. Primeras interpretaciones con
las que se puso el listón de las emociones muy alto: la que titula el disco,
‘Levitate’, ‘Black Tears’ y Breathe, sobrecogen el alma mientras en la pantalla
se suceden líricas escenas e imágenes potenciadas por la aparición de la luna
en el cielo madrileña, además de en la enorme y sugerente que aparece en la
pantalla, y ¡como no! por la tremenda voz de Imelda que… ¡cada vez canta mejor!
A
patrir de ahí, libera sus brazos de vuelos y la actuación gira hacia los
terrenos del músculo. Abandona el estatismo y comienza a moverse por el
escenario con el arrebato enérgico de ‘Just like kiss’ que continúa con un
primer recorrido por el sonido de los 50’ que popularizara en sus primeros disco
de rockabilly con ‘Big Bad Handsome Man’ para a continuación desacelerar hacia
los medios tiempos con las más recientes ‘Human’ o «Different Kinds of Love»,
mostrando con su voz y sus interpretación (como a lo largo de toda la actuación),
su eficiencia en los diferentes
registros que exige cada canción. También recitando los poemas (teatrales por
momentos) con los que separó las distintas fases del concierto, demostró dicho
dominio.
En el tramo
final se suelta literalmente la melena para recuperar el himno con el que irrumpió
con fuerza en la escena rockabully, la frenética ‘Johnny Got A Boom Boom’ con
Imelda tocando el bodhrán, a la que sucede una muy sobresaliente ‘Should’ve Been You’ interpretada con extrema emoción, para
acabar con otra esperada mirada al
pasado con ultrarítmica ‘Mayhem’. En los bises dos versiones. La primera el
clásico I’d Do Anything for Love (But I Won’t Do That)’ de Meat Loaf al que
recordó además con bonitas palabras en su presentación, la segunda y menos
sorpresiva ‘Tainted love’ de Soft Cell con la que puso al personal de las
gradas de pié, para finalizar como la
empezó, omnipresente y solemne con ‘Diamond’...
una noche dominada por la palabra ‘amor’ en su diferentes formas como
celebró para bien o para mal, tanto en las canciones como en sus comentarios… y
es que Imelda sigue curando sus heridas y nada mejor que hacerlo en recitales
como el de esta intensa noche.
Previamente
y con el sol declinando pero aún calentando Ely ‘Paperboy’ Reed se presentó con
banda en parte española, fiel a su cita anual prepandémica como el mismo
recordó. El bostoniano de voz negra presentó buena parte de las canciones del
recién estrenado disco “Down Every Road” en que homenajea al cantante de country
Merle Haggard adaptando sus canciones al soul abrasivo y tórrido con el que Ely
hizo moverse al animoso personal. Comenzó con ‘Mama Tried’ la canción más
popular de Haggard, toda una declaración de intenciones.
Bien
arropado por una banda en parte española, en la que sobresalieron la sección de
vientos y sobre todo los teclados, tampoco olvidó su pasado… la arrebatadora
‘Cut Ya Down’ sonó a las primeras de cambio y posteriormente ‘Could had This’,
‘Come and get it’ su principal y bailable canción de referencia y ‘Take My Love
With You’ intercaladas entre las versiones de Haggard que… pasadas por el tamiz soulero que les imprime
Ely no desentonaron con respecto al movido repertorio habitual. Animadoy
animosos como siempre se metió al público en el bolsillo con sus comentarios… y
guiño final a Imelda pues cerró su entretenido y didáctico show aun en el ocaso de la tarde con ‘The Boom Boom’
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